lunes, 29 de julio de 2013

AMORES ENFERMIZOS, AMORES DE MUJERES

A finales de 5to año de colegio me enamoré profundamente de Sebastián, ya graduada de bachiller a los 18 años... me fui a vivir con él... Mi mamá obviamente se molestó pero yo me puse en contra de ella y me fuí a vivir con Sebastián, me casé, tuve una hija a los dos años de matrimonio. Actualmente la nena tiene ocho. Sufrí problemas de maltrato verbal, sabía decir que yo era tonta, torpe... que no servía para nada, que era él quien mandaba por el sólo hecho de ser hombre y me decía que yo tenía que obedecerle me gustara o no me gustara, que así eran las cosas y que debía ocupar mi lugar... Como yo no trabajaba, llegue a pensar que tenía hasta la razón... con el pasar del tiempo  me reconcilié con mi madre, conseguí que me arrendara un departamento, nuestro nido de amor al comienzo, porque ya a los dos años empezamos a tener serios problemas por su actitud machista. Vinieron las discusiones, peleas y maltratos físicos... me quería gobernar y yo, debido a mi personalidad conformista era muy sumisa, tenía que pedirle permiso para todo, para ir donde mi mamá, salir a comprar y hasta para ir a la universidad y si algo me permitía lo hacía con condiciones... para mi era un calvario tener que pedir autorización para todo y mas encima con la amenaza de que en caso que me pasara de la hora permitida o me vistiera de manera poco apropiada según él, los permisos se iban a terminar... Y yo que tenia que salir constantemente a hacer tareas en talleres grupales con los que él jamás estuvo de acuerdo... Comenzaron a recrudecer las discusiones y con el tiempo la situación se puso insoportable, como que  me hostigó,  de hecho comencé a contestarle y a reclamar mis derechos. Sebastián decía que él era quien debiera estar estudiando una carrera y no yo... aún así continué con mis  estudios universitarios... Fueron esas diferencias las que empezaron a empeorar poco a poco, así que antes de continuar con tantos líos, y llegar a los golpes lo mejor sería cortar por lo sano aunque ya en una de las tantas discusiones habíamos terminado golpeándonos, hecho que se repitió un par de veces más.
Me empujó contra la pared, yo le reclamé a gritos su actitud prepotente y traté de explicarle que eso no estaba bien:
- Yo soy demasiada mujer para ti le dije, a lo que me respondió bruscamente.
- Hija de tal... por cual .... qué te crees, ah?...
Cuando me tiró contra la pared, me di en la cabeza, lloré de rabia más que de dolor... me sentí muy mal pero al mismo tiempo me enfurecí y me armé de valor para decirle que "hasta aquí llegamos"!!
Puse en la balanza lo que no quería perder y eran tantas cosas a las que ya no tenía derecho que decidí que nos debíamos separar... y lo hicimos, en buenos términos a pesar de que la familia de él no lo haya aprobado. Después de dos años de noviazgo y cinco de casada me separé, nos divorciamos por mutuo acuerdo, y al poco tiempo en la universidad, conocí a una persona que pensé era el amor de mi vida, mi media naranja, mi príncipe azul y realmente lo era... Al comienzo me pareció el típico hombre lanzado, pero sus cumplidos me hicieron ceder y enamorarme así que al poco tiempo nos comprometimos. Empezamos a salir... su familia me fue aceptando de a poco, a pesar que al principio él no quería ni presentármelos porque sentía vergüenza ya que eran muy humildes económicamente y después de tanta insistencia me los presentó, me aceptaron y me trataron muy bien. Con el tiempo empezamos a tener ciertas diferencias ya que yo siempre fui una mujer que me valoraba y no me dejaba pasar a llevar.
Actualmente tengo mi profesión, y sigo como siempre, queriendo aspirar a más pero lamentablemente me involucré con una persona conformista que hacía lo imposible para que yo fuera como él. César no tenía mis aspiraciones, a pesar que ya éramos profesionales. No quería trabajar profesionalmente, no tenía metas... yo le ofrecí mi apoyo y trataba de inyectarle entusiasmo... obligado se presentaba a citas de trabajos a las que siempre les encontraba un "pero...", tampoco quería poner un negocio propio, no tenia ambiciones, ni permitía que lo ayudara.
Así que después de casi un año de desempleado entró a trabajar en una gasolinera, mi mami lo adoraba porque era un buen muchacho, un ángel, muy tranquilo... físicamente no era un "latin-lover" pero era un caballero y eso fue lo que me enamoró, sus frases románticas y delicadas que me decía al oído, todo eso que a una mujer le encanta...
Justo tuve problemas laborales y me tocó salir del trabajo, empecé a buscar otro y en el transcurso me incliné por lo de las animaciones infantiles, primero como un hobby puesto que me encantaba hacerlo, desde los 15 años, hasta que pensé seriamente en hacer de ello un negocio ya que buscaba trabajo y esto aplicaba en mi profesión, además que no encontraba algo que me entusiasmara. Empecé utilizando ahorros de mis anteriores trabajos y comencé a comprar materiales, me profesionalicé poco a poco en mi propio y flamante negocio. Actualmente es un gran negocio, eso es justo lo que a él siempre le ha molestado; que yo sola salga adelante sin necesidad de nadie. Nunca me dio nada ni siquiera un electrodoméstico, solo se encargaba de pagar las planillas de servicios básicos turnándonos todos los meses porque como siempre se quejaba que no tenía dinero, ya que mantenía a su mamá, a sus hermanos y a una abuelita enferma...
Siempre su familia fue primero, pese a eso yo lo toleraba... En cuanto a la comida, era yo quien siempre la ponía, él a veces llegaba con detallitos como galletas, hamburguesas, ya en los últimos meses de convivencia ni siquiera quería salir a hacer las compras.
Durante los seis años que duró nuestra relación fui diagnosticada con un problema psicológico que poco a poco lo fui superando gracias a que él se portó muy bien conmigo, me ayudó desinteresadamente a superarlo, así que le agradecí y lo convertí en mi apoyo, había momentos en los que sentía mucha angustia, me preguntaba por qué todo el mundo me rechazaba y no me toleraba y en esos momentos él estuvo ahí, al lado mío, estrechándome las manos, dándome consejos, apoyándome... Por entonces todo parecía ir bien aunque teníamos diferencias en cuanto a gustos, por ese lado no eramos compatibles así que según él, empezó a sentirse solo... En realidad no se por qué se sentía así, porque igual yo ponía de mi parte y aunque habían cosas que no me gustaban las hacia sólo por complacerlo, según él: "el amor que sentía hacía mi al principio, se había perdido" pero yo no creo eso (?), que ahora a los seis años de unidos él me venga a decir que lo que sentía por mi se acabó. Pienso que es una excusa porque nuestras amistades me han dicho que se nos veía muy enamorados...(?)

Lo considero un pretexto porque desde que le llegó una nueva compañera de trabajo que ya tenia compromiso, empezó a cambiar conmigo, ellos  empezaron a salir hasta que iniciaron una relación convirtiéndose en amantes... yo me enteré de todo esto por una amiga del colegio que vivía frente a la casa de ella... me contó todo sobre ella, que le era infiel a su esposo, que tenía mala fama y que por la madre de ella conoció a mi pareja. Lo catalogó como "buen prospecto" para ella, además como su familia nunca aceptó al que era su esposo, la madre de ella empezó a involucrarlos a tal punto que ella se embarazó de César, sin que se hubiera separado aún de su esposo. Sus cambios de  comportamiento, fueron los que me hicieron confrontarlo sobre nuestra situación puesto que ya teníamos tiempo que no me tocaba ni me besaba, ni siquiera para despedirse. Empezó a ser muy antipático, poco caballero, déspota, grosero, me insultaba y eso me sonaba extraño ya que él era un hombre que siempre me había respetado... por ejemplo acostumbraba a colaborarme en mi trabajo con ciertas cosas pero de pronto ya no le importaba pese a que yo se lo pedía de favor, de la noche a la mañana empezó a cambiar yo pensé que se estaba aburriendo, y que ya no le importaba nada... hasta que por fin me confesó su engaño pero como si fuera algo pasajero.
Me sentí desmayar, grité del coraje, ese día ni dormimos, recuerdo que después de eso me puse a tomar el poco licor que había en casa escuchando todas esas "música cortavenas"... no aguanté, fue tan terrible, además lo que me dijo no era del todo cierto, con el tiempo me enteré por unos compañeros de trabajo que su engaño no era tan pasajero como me lo había pintado. Pero pese a sus mentiras seguimos viviendo juntos porque consideré  que lo amaba mucho y quería mantener mi relación a como diera lugar, no iba a permitir que nada ni nadie la dañe así que me ofrecí a ayudarlo. Él me dijo que lo descuidé por mi trabajo, entonces le pedí perdón, que contara conmigo durante mas tiempo... siendo la víctima comencé a sentirme la victimaria. 
Un consejero me sacó la venda de los ojos, me confirmó el avance de la relación y que de por medio ya había un  embarazo... Ante semejante revelación todavía quise justificarlo, explicando que días antes había encontrado en su billetera un certificado de embarazo y que  César me había dicho que se trataba del examen de una amiga, aún así reaccioné como loca, le reclamé, me insultó, me empujó al piso.
Este señor me refregó la cara con la verdad ya que en el trabajo todos lo sabían, le puso nombre y apellido a aquella aventura y si no fuera por sus  consejos me hubiese lanzado a la calle para que me aplastara un carro. Lo tomé con calma lo único que se me ocurrió fue escribirle diciendole que lo sabía todo.... y aún así el descarado infeliz, seguía negándolo. Después de eso dormimos en la misma cama pero separados dos noches, hasta que al tercer día se llevó sus cosas... cuando llegué en la noche, al ver eso me sentí muy mal... mediante mensajes al celular me pedía perdón porque lo que sentía por mi... solo era una buena amistad...
Ahora recuerdo que al principio de nuestra relación siempre me repetía que jamás me iba a dejar porque sabía que odio la soledad, ahora lo había hecho, ni un mensaje, ni una llamada, ni la amistad que me ofreció la tengo...
Me quedé sola sin él, sin pareja... llegué a punto de querer quitarme la vida, delante de él... me quise cortar las venas y su reacción fue insultarme, empujarme y llamar a su mamá acusándome de loca... Me sentí una basura... Eso fue lo que me hizo reaccionar porque quitarme la vida no valía la pena... aunque me sentía destrozada, recurrí a ayuda psicológica, actualmente tengo dos semanas con psicólogo y me siento mejor, tengo el apoyo de mi madre  y aún mantengo conversaciones con la familia de él que me cuentan que ya les presentó a su nueva pareja....
Yo me quede sola, y por el momento no quiero saber nada de hombres estoy metida 100% en mi trabajo, eso me ayuda, encontré un refugio en la música aunque mi amor por él aún sigue, me es difícil de sacarlo de mi mente pero trato de sobrellevarlo. Siento dolor, coraje, desprecio y amor a la vez.
Por: MBA Martha Chuya M.

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