A propósito del Día del Padre, Sara Rivera, asesora de nutrición de Herbalife Nutrition, expone una guía práctica de recomendaciones y hábitos saludables que a diario los niños aprenden de sus padres.
“De tal palo tal astilla”, una frase muy certera que impacta en varios ámbitos de la vida. Al ser la figura paternal un modelo a seguir para la mayoría de las niñas y niños, las acciones que realizan sus progenitores, en el día a día, influyen en los pequeños durante su infancia y que se arraigan como costumbres a lo largo de su vida.
Los niños, sobre todo los más pequeños, se encuentran en una etapa de curiosidad y constante observación en donde crean sus hábitos mediante el ejemplo. Por ello, los padres juegan un rol sumamente importante, ya que son ellos quienes tienen la responsabilidad de que sus hijos, desde sus primeros años, creen hábitos positivos, para llevar un estilo de vida saludable.
De esta manera, Sara Rivera, asesora de nutrición de Herbalife Nutrition, expone una guía práctica con algunos tips, que ayudarán a marcar la diferencia en la forma en que los niños perciben estas costumbres:
Concentrarse a la hora de comer: Para una correcta nutrición es importante alejar toda distracción del niño como: televisión, aparatos electrónicos, juguetes, entre otros distractores, de tal manera que se cree el hábito de la hora de comer y se centren en los alimentos que se están sirviendo.
No jugar con la comida: La comida no es un juguete; se debe dar la importancia a la nutrición creando consciencia en el niño para que sea consciente de las vitaminas que está ingiriendo y los beneficios que tienen para su organismo.
No premiar con golosinas a los niños: Se debe enseñar al niño la importancia de la nutrición. Cuando se los premia con golosinas se deja a un lado la importancia de los alimentos y comerán por obligación y esperando una recompensa con alimentos no saludables.
No hay alimento malo: Con ayuda del semáforo nutricional se puede enseñar a los niños a escoger los alimentos más nutritivos. De manera práctica ellos reconocerán por colores cuáles son más beneficiosos para su consumo.
Preferir lo natural: Cuando sienta hambre se debe evitar el consumo de frituras o “comida chatarra”. Para esto, siempre se deben tener a la mano snacks nutritivos como: frutas, frutos secos, pastel de plátano, yogur, galletas integrales, vegetales, entre otros.
Tener un equilibrio: No limitarse o excederse. Si se come 1 hamburguesa de vez en cuando, acompañado de papas fritas no está mal; la idea es tener un equilibrio y enseñar a los pequeños que hay momentos en los que se pueden consumir estos alimentos.
Hidratarse correctamente: Es importante optar siempre por agua y jugos naturales en lugar de gaseosas o jugos con azúcar añadida, ya que crean malos hábitos que luego son difíciles de dejar.
Hacer la comida variada y apetitosa: Al incluir vegetales y alimentos con colores variados en el plato, se volverá más sencillo que los niños elijan porciones de ensaladas y verduras en cada comida.
Lavarse las manos antes de comer: La higiene es igual de importante que la nutrición, así vamos a evitar cualquier tipo de enfermedad o contaminación. Lavarse las manos antes de cada comida es una actividad que se puede compartir con los más pequeños para crear este hábito.
Incentivar a la actividad física: Realizar actividades como juegos, salidas al parque, etc., además de crear un gran vínculo entre padre e hijos, se crea el hábito de estar en constante movimiento y de realizar actividad física. Lo importante es no obligar al niño y buscar opciones que los pequeños puedan disfrutar.
Fuente: Sara Rivera, asesora de nutrición de Herbalife Nutrition.
