Investigadora del INABIO lidera un proyecto que busca trasformar el problema de la sobreproducción de residuos en una oportunidad de generar insumos para la industria
Ana Del Hierro, investigadora del Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO), recibió en diciembre de 2019 un reconocimiento como una de las cinco ganadoras del “Champions of Science & Storytelling Challenge: Edición América Latina y el Caribe”, gracias a su proyecto de “Bioconversión de residuos orgánicos y plásticos a partir de invertebrados del Ecuador”.
Esta iniciativa busca generar alternativas que permitan el aprovechamiento de los residuos para reducir la huella ecológica en el Ecuador, y la obtención de alternativas de alimentación que reduzcan la presión ocasionada en los recursos naturales. Esto, tomando en cuenta que el país produce 4,139,512 toneladas de desechos cada año, de ellos el 61.4% son orgánicos y el 11% corresponde a plásticos.
Actualmente, Del Hierro, junto con investigadores del Instituto Tecnológico Superior Sucre y la Universidad Técnica de Ambato, han centrado sus esfuerzos en identificar especies de invertebrados con el potencial de conversión de residuos orgánicos y plástico como una herramienta que utilice el potencial de la naturaleza para cerrar el ciclo de los nutrientes y trasformar el problema de la sobreproducción de residuos en una oportunidad de generar insumos para la industria.
Asimismo, de acuerdo a la investigadora del INABIO, el uso y aprovechamiento de residuos por medio de invertebrados se diferencia considerablemente de la bioconversión tradicional por su amplia gama de aplicaciones que brindan los invertebrados como: el potencial de degradación rápida de todo tipo de desechos orgánicos, reducción de las emisiones de efecto invernadero y proyectarse como una opción sostenible de obtención de comida para el sector avícola y camaronero. Por otro lado, la biodegradación de polímeros mediante anélidos, dípteros, lepidópteros y coleópteros es una oportunidad para el uso y aprovechamiento de plagas de los cultivos agrícolas y para la reducción de desechos que son causantes de grandes problemas ambientales que afectan a la increíble biodiversidad que poseemos.
El proyecto, que además fue seleccionado como uno de los acreedores a financiamiento por parte de la SENESCYT bajo la categoría de energía y materiales, se divide en cuatro fases, iniciando con la colecta en campo y reconocimiento de especies con potencial de conversión de residuos orgánicos y plástico. La segunda fase corresponde a la multiplicación y adaptación de las especies colectadas a condiciones de invernadero para definir tasas de reproducción, índices de degradación, tiempos de conversión e identificación taxonómica. La tercera fase corresponde a análisis microbiológicos de composición de los residuos de los invertebrados para constatar la degradación del material e identificación molecular de las especies para verificar si se tratan de especies nativas nunca antes descritas. Finalmente, se obtendrán bioproductos para alimentación del sector acuícola y avícola.
Los insectos son un biorecurso altamente diverso y subutilizado con potencial de un sin número de aplicaciones; al ser un país megadiverso estamos seguros que describiremos nuevas especies degradadoras nativas para brindar una respuesta rápida al exceso de residuos que generalmente están juntos: plástico y materia orgánica.
El INABIO es una institución que busca generar conocimiento y desarrollar ciencia, tecnología e innovación que requiere el Estado ecuatoriano para garantizar la conservación de su patrimonio natural mediante el uso soberano, estratégico y sustentable de la biodiversidad y sus componentes para la consolidación de la sociedad del buen vivir.