lunes, 30 de septiembre de 2013

30S

 Un día, cualquier día, porque la verdad es que no importa que día era o cómo estaba el día porque fue uno que no vamos a olvidar aunque lo quisiéramos, fue de esos que nunca imaginamos así, tan ridículamente estúpido, tan sacado de la lógica del comportamiento, contrario a la discrepancia ideológica que más que aterrorizante fue sorpresivo, te dejaba boquiabierto, incrédulo al constatar que la estupidez o la locura no eran los únicos síntomas inequívocos de casos en que los trastornos mentales eran la causa del comportamiento violento sin motivo ni razón, aquello fue un mal chiste, una mala copia de un golpe de estado, una vergüenza!!

Lo grave fue que como toda acción minoritaria, por muy violenta que sea si carece de motivos, tiende a diluirse como finalmente ocurrió, lo triste es que a medida que la razón se impone en cerebros perturbados, el peso de la culpa por los atropellos cometidos hacen que traten de que pasen desapercibidos y de matar a quienes los reconocerán y acusarán señalándolos con el dedo y mirándolos a los ojos...


El miedo a rendir cuentas los hizo disparar contra quienes les parecieron acusadores y murieron inocentes acribillados por la metralla que pretendía callar las bocas, para ellos, amenazantes... amenazas que jamás existieron, sólo llamadas a la tranquilidad y al diálogo. Respondieron con balas y derramaron la sangre de inocentes y nos obligaron... a prohibirnos el olvido

No hay comentarios: