jueves, 17 de mayo de 2012

Ama de casa...o esclava del siglo XXI?


Según el último censo más de  dos millones de mujeres en el país son amas de casa, son mujeres que trabajan atendiendo el hogar, los hijos y la familia en forma directa cuando los ingresos son menores, o con la ayuda de una empleada como ocurre en el 15% de los casos. Todas estas mujeres hacen un trabajo sin horario, de gran volumen y esfuerzo que solo es reconocido en los discursos y para el Día de la Madre y los restantes 364 días del año es desvalorizado, sin remuneración, sin previsión y casi sin reconocimiento con respecto a otras actividades de la sociedad.
La costumbre de que a las amas de casa las presenten en forma contradictoria permite que otros sectores las identifiquen como personas abnegadas y entregadas a los demás mientras que desde otros ángulos se las vea como pobres mujeres confinadas a vivir la vida entre cuatro paredes y hasta hay quienes las califican como mujeres inútiles, dependientes o vagas.
Pero la verdad es que las mujeres generalmente no pueden optar libremente por ser amas de casa o dejar de serlo porque estas decisiones están determinadas por la desigualdad de oportunidades que tienen en la sociedad. Ejercer como ama de casa en las condiciones actuales se traduce siempre en una relación de dependencia.
Pretendiendo Zonalibre conocer mas de cerca a personas reales que se desempeñan como amas de casa y que ello no es un atributo que define la vida de ninguna mujer, sino que mas bien es una función que puede desempeñar alternada o simultáneamente con un trabajo remunerado.
Qué pasaría si mañana las amas de casa decidieran hacer una huelga. ¿Quién cocinaría? ¿Quién atendería a los niños? ¿Quién cuidaría a los enfermos? ¿Quien se encargaría de la limpieza de la casa y quién lavaría la ropa? ¿Quién haría las compras y dispondría de la comida? por citar algunas de las tareas que las mujeres se ven obligadas a desempeñar en cualquier hogar. No, no es necesario poner en evidencia la importancia de su trabajo para el funcionamiento del país y es hora de comenzar a reconocer su trabajo y mejorar sus oportunidades en forma seria justa y responsable.

Trabajan pero nadie les paga por lo tanto no es trabajo, así se refieren a las amas de casas las demás personas, incluso las mismas mujeres suelen decir de sí mismas: "No, yo no trabajo" porque la idea de trabajo es asociada a la a la obtención de una remuneración económica y como no la reciben como pago a su actividad diaria, no la reconocen como un trabajo.
La jornada de trabajo de una ama de casa, según estudios, supera las 10 horas de promedio disminuyendo un poco los fines de semana. Otras investigaciones revelan que las amas de casa tiene a su cargo por lo menos unas 32 tareas habituales y que muchas de estas actividades requieren de un gran esfuerzo físico para realizarlas, tareas como lavar, hacer aseo, mover muebles, cargar niños, limpiar techos, destapar desagues, hacer compras de gran peso como gas licuado, leña, conseguir combustibles, hervir agua, cambiar focos, tender ropas pesadas... son hechos que demuestran que las divisiones sexuales del trabajo no tienen por donde se las quiera mirar, ninguna base objetiva sino ideológica.

Si se agrupan las actividades del ama de casa las convierte en trabajadoras multifacéticas:
 Administradora de los recursos y del consumo.
 Socializadora al cuidado de los niños
 Experta limpiadora de diferentes frentes
 Costurera
 Cuidadora de enfermos
 Transportista
 Reparaciones y mantenimiento de la vivienda
 Cuidados de mascotas y plantas.

Este grupo de tareas se ejecutan en un ambiente familiar en el cual las necesidades de hijos y pareja determinan el nivel de tensión y de exigencias que soportan las amas de casa. Si ellos entienden y aprecian el valor el esfuerzo que demanda el trabajo doméstico tienden a ayudar en su realización y también a valorar el trabajo que significa pero si no lo hacen, no lo van a tener en cuenta salvo cuando no se realice debido a las incomodidades que produce ver por ejemplo la loza sucia o la falta de alimentos si la comida no se ha preparado. Tomando en cuenta las diferencias que existen entre una pareja y otra -que van desde el apoyo y la valorización son importantes hasta casos donde no se toma en cuenta el esfuerzo y se lo desvaloriza- las amas de casa siempre estarán siendo juzgadas por quienes viven con ellas. De manera que las relaciones de afecto y trabajo están muy entremezcladas.

Entonces, reconocer la importancia del trabajo doméstico y la gran contribución al desarrollo y a la economía nacional significa el mayor cambio cultural en una nación.

Qué hacer?
 Incorporar al curriculum de los derechos humanos la enseñanza del cuidado de los hijos y el trabajo doméstico compartido, tanto para los niños como para las niñas en todos los niveles de la educación formal (preescolar, básica y media).
 Capacitar a maestros y maestras para enseñar el cuidado de los hijos y el trabajo doméstico desde el punto de vista de la igualdad entre los géneros.

 Promover la igualdad de oportunidades desde la infancia, en el aula y en todos los espacios.
 Ampliar y mejorar la calidad del cuidado infantil.
 Otorgar créditos blandos para el mejoramiento del equipamiento doméstico.

 Promover entre los prestadores del sistema de salud el respeto por el tiempo del ama de casa promoviendo la flexibilidad en las horas de atención y el buen trato.

Realizar la medición del trabajo no remunerado, de forma consistente con las cuentas nacionales, para permitir el reconocimiento de su contribución económica al país y al hogar.
Por: MBA. Martha Chuya M.

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