viernes, 7 de agosto de 2015

¡Más vale tarde que nunca!

 ¿Cuándo un matrimonio es para toda la vida?  ¿Cómo se cruza un puente colgante sin miedo a caer?...
La conveniencia y la comodidad la mayoría de las veces han sido causantes de no poder observar con claridad la realidad y no asumir que hay momentos en que las relaciones o sociedades deben terminar... Este es un caso que nos llegó a redacción, una mujer más víctima del machismo que temerosa y frustrada anda buscando por todos lados soluciones inmediatas y que hoy con lágrimas en los ojos nos cuenta el infierno en el que se ha convertido su matrimonio:
“Soy víctima de machismo, no soporto esta forma de vida, ya no se que hacer, fuí a la Defensoría del Pueblo hace exactamente dos años donde me dijeron que para poder poner una denuncia debo presentar pruebas del maltrato que recibo; y que  sin testigos no puedo poner una denuncia...
- Si no tienes quien testifique  a favor tuyo, entonces anda, cógelo, inchonéalo hasta que te pegue o grítale para que él también grite y así los vecinos escuchen... Nosotros te receptamos la denuncia y enviamos un inspector quien debe tomar declaraciones de quienes quieran testificar a favor tuyo...
Eso fue lo que me aconsejaron en la Defensoría, porque yo no tenía las pruebas que ellos me pidieron pero tengo mucho miedo, si él se da cuenta que lo estoy denunciando no se de que sería capaz así que ya no he vuelto a ir a la defensoría...
Me casé a los 26 años, en la actualidad llevo 17 años de matrimonio... soy víctima del machismo desde los 13 primeros años que empezamos a vivir juntos cuando mi esposo empezó a mostrarse violento, fue justo cuando nació mi niña... El fue mi primer enamorado, mi primer novio, el único hombre en mi vida; siempre pensé  que mi matrimonio sería para toda la vida... pero en poco tiempo me di cuenta que estaba equivocada, después de casados bastó firmar el dichoso papelito del eclesiástico para que él comenzara a cambiar de a poco y aunque me daba cuenta de sus cambios, jamás quise asumirlos.
Cuando éramos novios me prometía  bajarme el sol la luna y las estrellas, todo lo que yo decía era misa para él, me escuchaba, me hacía caso sin decir nada, después si yo decía que era de noche él me contradecía y a mi no me quedaba otra que darle la razón... Al principio vivíamos con mi suegro,  y aunque nos ibamos juntos de compras él solo compraba lo que el quería, la verdad es que yo aceptaba esta forma de vida porque ya la había vivido con mis padres, mi mamá me educó así creyendo que ésta era la convivencia dentro del matrimonio donde el hombre ordena y decide ...la mujer solo tiene que obedecer. No me gustaba lo que me estaba pasando sin embargo no tenía otra salida que aguantar, hasta que un día me canse de esa forma de vida, y de tanto buscar me salió una oportunidad de trabajo en Guayaquil, no lo pensé dos veces dejé de lado los temores y me rebelé, me vine a empezar de cero, le alquilé un departamento en la casa a mi padre, y aunque mi marido no quería saber nada de mi, poco a poco a la distancia  me mantenía controlada, así estuvo  hasta que a los 6 meses de separados llegó a vivir conmigo pero ya las cosas no eran iguales... Para empezar mi padre que estaba al tanto de todo no concebía que me haya venido sola dejando a mi marido, mi vida estaba hecha de a cuadritos, el intenso control de mi marido me costó el puesto en mi trabajo; mi rendimiento bajó por completo, todo lo hacía mal; me  encontraba en un estado de stress con problemas en casa, en el trabajo... así que tuve que renunciar..
Un día llegó mi suegro a visitarnos al departamento y justo en el momento que llegó yo salí por unos minutos a darles comida a mis padres como era costumbre y cuando regresé, me lo encontré bravísimo, a mi esposo no le gustó que yo me haya ido a servir a mis padres dejando a mi suegro en casa... estaba histérico, textualmente me gritó: Tu no sirves para nada, aquí no tengo una esposa, una dama, una anfitriona... lo que yo tengo es una puta para tirar por las noches...
Así eran sus explosiones, y yo ya estaba acostumbrada a ellas.
He optado por quedarme callada, no decir nada porque tengo miedo que me levante la mano...
En alguna ocasión me lanzó un vaso, que gracias a dios cayó cerca... Siempre que le digo algo que no le gusta, él reacciona igual, me tacha de vaga, dejada, que no arreglo la casa... él sólo se fija en las cosas malas que hago, con poner la plata  piensa que las cosas se hacen solas, nunca valora nada de lo que hago.. y además hace mucho tiempo ni siquiera tenemos intimidad; prácticamente para mi hija y para mi él se ha convertido en un cajero automático.
Hubo un tiempo que él ya no aportaba en nada, si no hubiese sido por mis padres ni siquiera tenía para comer, ni para los pañales de la bebe, así que decidí coger a mi hija e irme a la playa a vender comida... ahí pasé todo un feriado de semana santa ya cuando regresé el andaba borracho y perdido de la casa.... Después apareció todo bravo a botarme de la casa aduciendo lo de siempre... que no sirvo para nada.
 Actualmente recibo 200 dólares mensuales, que tengo que hacerlos alcanzar para todos los gastos de la casa...
Muchas veces he tratado de separarme de él, de dejarlo pero me detengo por mi padre, que es un hombre que tiene arraigada las viejas costumbres de creer que una mujer separada o divorciada es una prostituta y no vale nada... que es una "mujer fácil", y que cualquier hombre puede, de una llevársela a la cama.
Cuando nos separamos, mi padre se encargó de llamar a mi esposo y decirle que me regrese a la casa... Yo he perdido mis trabajos por culpa mía, pero la gran parte de la culpa la tiene él porque siempre se ha creído perfecto, me ha criticado y menospreciado en mis funciones de esposa y mis trabajos...
Mi economía tampoco me dejan separarme. Me estuve asesorando con una amiga abogada quien me aconsejó que empiece a guardar plata porque una mantención no sale inmediatamente, además es muy poco lo que me tocaría recibir, puesto que se necesitarían unos 500 mensuales para poder cubrir mis gastos básicos; la casa, luz, agua, teléfono, comida, etc.
Yo se que una vez trepada en el burro no me quedaría otra que arrear pero no deja de darme miedo...
Lloro cuando escucho a mi hija decir que su papá es malo porque hace llorar a mi mamá... Ahora, ya cumpli los 44 años y vivo todos los días inmersa en constantes problemas: lo único que recibo de él son insultos y amenazas... "gorda, obesa, fea, nunca vas a encontrar a nadie, agradece que yo te saqué de la percha..."
Es insoportable, quiero luz porque la verdad me siento perdida, ya que mi único apoyo es mi madre y desgraciadamente en cualquier momento se me va, ya que tiene un cáncer avanzado, me voy a quedar sola... He buscado trabajo pero no he encontrado nada, me imagino que es porque estoy gorda, aunque ya anteriormente he trabajado en algunas empresas, hoy no puedo conseguir trabajo... Necesito tener plata, terminar con esto que estoy viviendo y que cada día me va matando de a poco...”

Aunque en la actualidad nos encontremos con afiches, vallas y publicidad de "NO AL MACHISMO", el problema sigue vigente y seguirá hasta que la misma mujer, la víctima, asuma de manera correcta cual es su papel dentro de la sociedad, que el matrimonio no es una condena y que por mucho que su familia no esté de acuerdo en abandonar al abusador y denunciarlo debe hacerlo cuanto antes o le podrá costar hasta su vida y la de sus hijos.
Las cosas han cambiado desde todo punto de vista, hoy se puede aspirar a emprender un negocio con ayuda del gobierno y la ley tiene la obligación de proteger a quien haya denunciado abusos y amenazas por parte de uno de los integrantes de una familia, casados o no.

 

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