La Asambleísta María Soledad
Vela, considera que la adhesión a la CONVEMAR aprobada
por la Asamblea Nacional el pasado martes 22 de mayo con 81
votos, marca un hito en la historia del país. El Ecuador gana el
ejercicio de sus derechos de soberanía y jurisdicción sobre los espacios
marítimos y los recursos naturales al amparo de un régimen jurídico aceptador
por la comunidad internacional y por tanto por el derecho internacional
público, así como su derecho de ejercer su defensa en
caso de que así lo requiera. La Convención mantiene las 200 millas de mar
territorial que se consagró en le Declaración de Santiago como parte del
trabajo diplomático que el país realizó en el desarrollo de la misma, teniendo
ahora el sustento de la aceptación mundial sobre nuestra
jurisdicción.
Con la adhesión a
la CONVEMAR el Ecuador tendría una plataforma extendida en el
Archipiélago de Galápagos de hasta 350 millas marinas, en las cordilleras
sumergidas de Carnegie, Colón y Cocos que constituyen una prolongación natural
de islas, además de la conservación de los espacios marítimos en las Galápagos
al amparo de las disposiciones de esta Convención sobre la protección y
preservación del medio marino.
A criterio de la
asambleísta Vela aquellos pronunciamientos infundados y politiqueros de algunos
sectores que pretendía desnaturalizar los fines de esta Convención quedaron
evidenciados y criticados por las diferentes bancadas y no tuvieron
ningún tipo de acogida y lo que se demostró en el debate es que nuestro país
seguirá ejerciendo su soberanía dentro de de sus 200 millas, tanto
es así que en la Zona Económica Exclusiva la Convención da a los países que se
adhieren el derecho de soberanía para los fines de
explotación, exploración, conservación y administración de los recursos
naturales vivos y no vivos.
Para María Soledad Vela el Ecuador el
día de martes dio un paso importante en el ámbito territorial, de soberanía, de
protección ambiental y del ecosistema, y además hay que resaltar que
se podrá participar en la vigilancia de los mares del mundo para combatir
barcos ilegales que depredan la naturaleza protegiendo así la pesca artesanal e
industrial que benefician a nuestro país. También se beneficiará de la
transferencia tecnológica y la cooperación internacional para la investigación
científica marina, el desarrollo pesquero y el derecho a la libre movilidad por
los mares.
Son cuarenta años que ha esperado el
Ecuador para ratificar esta convención, considerada la Constitución de los
Océanos del mundo, con la acción de la Asamblea Nacional somos parte del
ordenamiento jurídico internacional en este tema.