Recorriendo el mall del Sur, me pude percatar de la gran igualdad existente ahora entre hombres y mujeres; solo me refiero a que actualmente tanto mujeres como hombres tenemos mucha similitud en los gustos ya sea en el vestir, como en los cortes de cabello, el cuidado de las uñas, depilación corporal, el uso de máscaras de belleza además los hombres buscan relajarse con masajes como nosotras y como si fuera poco, nos han copiado hasta nuestras expresiones corporales...
En eso estaba pensando cuando de pronto se me cruzó una parejita que llamó mucho mi atención, iban de espaldas delante de mi y no distinguía quien era quien. Aparentemente se trataba de una mujer con pantalón y hombre con melena... Abrazaditos se sientan en el patio de comidas frente a frente sin abandonar esa melosa forma de mirarse que aquellos que como yo andamos en solitario, envidiamos mucho...
Se trataba de Mayito y Susi, una pareja que comenzó a "entenderse" secretamente en las aulas del colegio, actualmente son profesionales y viven juntas desde hace casi 7 años.. Cuando me reconocieron me invitaron a sentarme a conversar un poco, hablaron sobre discriminaciones, burlas y desprecioz... Susi me cuenta que un día paseando cerca de la Iglesia de la Catedral pasó una señora de edad avanzada y les dijo: "Machonas, entren a la iglesia a ver si se les va el demonio que llevan dentro"... eso les provocó mucha tristeza por la incomprensión pero ahora... ahora solo les causa mucha gracia pues ya vencieron el miedo y pasean libremente sin temor a la discriminación, mas bien les divierte esas muestras de preocupación por la suerte de sus almas. En cambio Julia, después de un fracaso matrimonial se unió a Carla quien durante ese proceso fue su confidente y mejor amiga, ahora conviven desde hace 10 años pero ellas no cuentan con la misma comprensión de Mayito y Susi, porque a pesar de que Julia es quien sustenta el hogar conformado también por dos niñas adolescentes tiene que soportar los enfermizos celos de Carla que van desde los insultos hasta los golpes...
"Que horror ese par de marimachas lesbianas indecentes", comentó una vecina ante las continuas peleas de las que todo el barrio ya era testigo...
Estas experiencias maritales no solo pasan en países grandes, tampoco son reflejo de historias protagonizadas por conocidos personajes de la farándula que si me pongo a mencionarlas necesitaría unas cuantas paginitas adicionales.
Tampoco se trata de una enfermedad como lo insinuó Marina al preguntarle que significado tiene para ella la palabra "lesbiana".
La palabra lesbiana se utiliza para referirse a una mujer homosexual, es decir, una mujer que se identifica a sí misma por preferir sexualmente a otra mujer. A finales del siglo XIX mediante estudios cientificos se describió a la lesbiana como una mujer masculinizada, dando lugar a un estereotipo que, si bien coincidía con algunas lesbianas, dejaba al margen a otras muchas mujeres que no se vestían de hombre o no presentaban comportamientos masculinos. La sexología consideraba a las lesbianas enfermas mentales porque las contemplaba desde el rol social estereotipado de la época, es decir, se apartaban de la normalidad que se atribuía al papel de la mujer como esposa, madre y cuidadora de su prole.
Ya en el siglo XX la influencia de los estereotipos creados por los psicólogos hizo que se extendieran entre la población creencias absurdas sobre las lesbianas como la separación en dos roles, el de la mujer masculina (invertidas congénitas), que hacía de marido, y la mujer femenina (pseudolesbiana), que cumplía el rol de esposa. En los años veinte se desarrollaron campañas religiosas y de salud para prevenir la enfermedad mental lésbica entre las chicas jóvenes y esa
labor provocó que empezara a asociarse el lesbianismo con la marginación, la enfermedad, la perversión y el vicio. Ante este tratamiento muchas mujeres lesbianas se aceptaron a sí mismas como enfermas e intentaron rechazar sus emociones casándose o suicidándose. Sin embargo, a la par que se patologizaba el lesbianismo, desde finales del siglo XIX algunas mujeres empezaron a destacar en sus actividades, estudios y profesiones, asociándose para dar lugar a lo que se conocería como "nueva mujer". Su activa labor sería decisiva para que la sociedad fuera aceptando los derechos de las mujeres.
Si de pronto te cruzas con una mujer de llamativa personalidad por su voz grueza pero cálida, determinante mirada, firmeza al caminar, puedes estar segura de que estás frente a una de las llamadas la "nueva mujer"... Causan mucha admiración, curiosidad y hasta algo de envidia, diria yo...
De hecho, aún no se ha dicho la última palabra en este caso, nuestro Gurú dice que hay mujeres homosexuales que en realidad son hombres prisioneros en un cuerpo de mujer y existen mujeres que gustan del amor de otra mujer pero no descartan amar o aceptar a un hombre que responda al concepto que ellas tienen de un buen compañero
y que la denominación de “bi-sexual” para hombres o mujeres, no existe porque la bisexualidad en los hombres es el camino que se recorre hacia la aceptación de la homosexualidad y no les dura a todos el mismo tiempo, mientras que la bisexualidad femenina es parte de su sexualidad natural... capacidad refundida... por las estupideces que hablan las religiones y las opiniones de los estúpidos sin valor comprobado del grado de estupidez que puedan portar durante su educación y crecimiento.
Nota: En algunos seres humanos, la estupidez es irreversible o terminal... o sea que vivirán por siempre en la estupidez y que se morirán estúpidos.
Por: MBA. Martha Chuya M.