Según nueva investigación de Plan Internacional: Mujeres y niñas son cuatro veces más propensas a ser sexualizadas en el cine y la publicidad
“Las películas más populares del mundo están mostrando el liderazgo como algo casi exclusivo para hombres y cuando representan a mujeres lideresas, ya sean políticas, activistas o empresarias, tienden a mostrarlas como objetos sexuales, con ropa reveladora o incluso desnudas en la pantalla grande”, así lo enfatiza el más reciente estudio realizado por Plan Internacional y el instituto de investigación de la actriz Geena Davis, ganadora del Globo de Oro y el Premio de la Academia.
El estudio lleva por nombre “Rewrite Her Story” (o “Cambiemos el Guion” en español) y en él se analizaron las 56 películas más taquilleras de 2018 en 20 países, encontrando que los personajes femeninos en posiciones de liderazgo, ya sean mujeres, adolescentes o niñas, son cuatro veces más propensos a ser mostrados con ropa reveladora (30%), parcialmente desnudos (15%) o completamente desnudos (2%).
Otros datos demuestran que hay el doble de hombres que mujeres en las películas (64% en comparación con 36%) y hablan el doble (67% en comparación con 33%). Los hombres en posiciones de liderazgo también son mucho más visibles: 42% de los hombres, en comparación con El 27% de las mujeres, se muestran en la pantalla como líderes.
El lenguaje audiovisual también contribuye a perpetuar estereotipos dañinos. De acuerdo a los hallazgos de la investigación, el cuerpo de la mujer en posiciones de liderazgo dentro de las películas tiende a ser exhibido mucho más que el de los hombres, con la cámara lenta paseándose por partes muy específicas de la anatomía femenina.
Al respecto, Anne-Birgitte Albrectsen, CEO de Plan Internacional a nivel global, comentó que "los resultados del estudio no son sorprendentes cuando ninguna de las 10 películas más sonadas en 2018 fue dirigida por una mujer, solo una cuarta parte tenía una productora en el equipo técnico y solo una de cada 10 tenía una mujer en el equipo de redacción”.
Albrectsen señaló que “aunque una mujer espía o una heroína con poderes asombrosos son bienvenidas en el cine, la investigación muestra que son excepciones y no la regla. La discriminación de género y los estereotipos dañinos aún dominan en la pantalla grande. Esto socava a las niñas y mujeres jóvenes y tiene un impacto negativo en sus aspiraciones al liderazgo en todos los ámbitos de la vida”.
Por su parte, la aclamada actriz Geena Davis, quien ha protagonizado películas feministas como “Thelma y Louise” y que además es presidenta y fundadora del Geena Davis Institute on Gender in Media de la Universidad Mount Saint Mary’s, recalcó que “el cine y los otros medios influyen poderosamente en cómo el mundo ve a las niñas y cómo ellas se ven sí mismas”.
Según la actriz, las niñas necesitan verse reflejadas en la pantalla de manera positiva a través de personajes auténticos que puedan representarlas e inspirarlas. “Creadores de contenido y narradores de historias en la industria del entretenimiento tienen la oportunidad de apoyar e influir en las aspiraciones de niñas y mujeres y dejar de reforzar los estereotipos de género perjudiciales ", acotó.
Cambiar el guion para promover la igualdad
Para la realización de esta investigación se utilizó una nueva herramienta audiovisual automática, la GD-IQ. Además se incluyeron entrevistas con informantes clave y conclusiones derivadas de grupos focales con niñas y mujeres jóvenes en varios de los países donde Plan Internacional tiene presencia.
En el documento se analizan las 56 películas más taquilleras, esas historias que lograron recaudar millones de dólares en la taquilla y fueron vistas por millones de personas en países como Estados Unidos, India, República Dominicana, Canadá, Dinamarca, Alemania, Honduras, Japón, Perú, Filipinas, Vietnam, Suecia, Uganda, Sierra Leona y Senegal.
El lanzamiento del estudio coincide con la conmemoración del Día Internacional de la Niña en el mes de octubre y forma parte de la campaña global de Plan Internacional “Niñas Con Igualdad” que apoya a las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes a tener el mismo poder y la libertad de desafiar y cambiar los estereotipos que limitan su potencial.
Entre las conclusiones más relevantes destaca la necesidad de un cambio radical en la industria de los medios para que puedan alentar las aspiraciones y ambiciones de las mujeres jóvenes en lugar de coartarlas. Asimismo, se resalta la importancia de financiar más proyectos liderados por mujeres en los medios para evitar que el contenido sea producido solo para el placer de los hombres, deteniendo así la sexualización de mujeres y niñas en la pantalla y en cualquier otro espacio mediático.