Susy, María, Inés, Esperanza, Fanny, Alexandra, Isabel, Alba, Mariana, Celeste, Bélgica, Agustina; son algunas de las mujeres alegres y entusiastas de más de 40 años que viven en un pequeño cantón llamado El Triunfo.
Mujeres que no tienen una profesión pero si grandes responsabilidades como la de mantener sus hogares así que movidas por hacer respetar sus derechos y tener un espacio digno dentro de la sociedad no descartaron la posibilidad de unirse y ser productivas. Grandes metas y sobretodo un fuerte deseo de superación fueron la razón que las llevaron a unirse y ser parte de una gran agrupación llamada "Movimiento Mujeres 1ro. de Marzo", un Movimiento que ya está dando mucho que hablar pues ya son más de 1.200 socias y más de 4.000 apasionadas seguidoras de esta ideología, todas ellas igual de valientes, emprendedoras y trabajadoras incansables.
Este movimiento se inició hace 11 años atrás con una invitación de la Abogada Anunciata Valdez y la Ec. Cecilia Calderón a reunir dirigentes barriales dispuestas a capacitarse para poder defender una ley que había sido aprobada por el Congreso.
La Ley en mención se trata de la Ley 103, ellas sembraron la semillita de la inquietud de que la mujer merecía respeto y un espacio dentro de la sociedad por derecho.
Cuentan que la primera reunión se dio con la primera Vicealcalde del Cantón, la Sra. Carmen Pino, ella hizo la invitación al resto de mujeres entre ellas a Yolanda Vallejo, quien en poco tiempo convoca a una asamblea masiva y allí es elegida Presidenta del Movimiento por mayoría absoluta, a esa reunión acudieron ya 118 mujeres de diferentes estratos sociales, edades y necesidades
Y es ella la elegida para que nos cuente el comienzo de una historia con finales felices.
- A mí personalmente siempre me gustó ser una mujer luchadora, trabajar y capacitarme, imagínense que en ese tiempo era una simple auxiliar de farmacia en el hospital del cantón, donde traté siempre de que todas las personas no se fueran sin sus medicamentos, que fueran atendidos correctamente y así fue como me hice conocer. Tanto así que salí electa Concejal, lo que me permitió organizar mejor a las mujeres del cantón... cosa que no fue tan fácil... la verdad es que fue muy difícil, este un pueblo donde conseguir que la mujeres se unan y se organicen era casi imposible debido a que antes había que emprender la lucha contra el machismo... Fue duro, pero no imposible, hubo que luchar día a día hasta conseguir resultados positivos.
Fue así como esta organización poco a poco logró enraizarse y salir hacia otros recintos. Al principio no teníamos mucho que darles, por lo menos queríamos que conocieran la ley y los derechos que tenía la mujer y que el maltrato era un delito castigado por la ley-
Por su parte la Ab. Fanny Torres, nos relata: “por ese entonces yo no era Abogada, recién me graduaba de Psicóloga Educativa, lo que me sirvió para atender la violencia intrafamiliar en el espacio terapéutico, realizábamos autogestiones para solventar los casos de prioridad, medicina, abogados , hospitalizaciones, etc., entre todas ayudábamos a nuestras compañeras, Yolanda estaba involucrada en su trabajo en el Hospital, ayudaba a brazo partido hasta donde se permitía la situación, luego al pasar el tiempo aprendimos a organizarnos, vimos más allá de lo visible, capacitar a nuestras compañeras, formamos el Centro de Formación Artesanal”.
Desde el Municipio ya como Vicealcaldesa Yolanda lanza uno de los primeros proyectos "Mujeres Emprendedoras" mediante un convenio realizado con la CORPEI.
En el 2007 se lo ejecuta capacitando a 160 mujeres del cantón, y luego se forman las artesanas de material de reciclaje como el tallo de la mata del banano.
De esta manera se consigue que bastantes mujeres se inserten en esta labor apoyando así a su familias, pero como había bastante trabajo los niños iban a las bananeras también a trabajar y las mujeres no asumían el rol que les competía como madres, es decir, preocuparse de que los niños estudien, se diviertan y que no trabajen por ningún motivo, erradicando así en un 80% el trabajo infantil con este proyecto.
Creo que debo recalcar que yo fui una mujer pobre, no tuve a alguien que me incentive, que me ofrezca una ayuda, por lo menos el consejo que siempre uno necesita para salir adelante y no quedarnos paralizadas, eso sí, siempre he sido humanitaria y he querido poder ayudar, por eso sigo trabajando diariamente por ellas... ahora que la mujer ya no está sola ante las enfermedades y problemas cotidianos, sigue siendo necesario que las mujeres se capaciten, nos indica Yolanda.
Actualmente el movimiento tiene 11 años, es autofinanciado con una cuota mensual de 1 dólar por integrante, hacen muchas actividades como vender comida, organizar rifas, en fin, siempre se las ingenian para producir fondos. Yolanda nos enseña una de las últimas rifas que se hicieron y comparte su alegría ante los resultados de esta gestión. "Hay una ganancia de $ 5.300 y con este dinero voy a entregar 17 sillas de rueda para personas que con anticipación nos han hecho este pedido y que obviamente son de bajos recursos económicos"
Sobre su escritorio se encuentra un largo listado de necesidades, entre ellas comprar cañas, cemento, zinc, etc.; recursos necesarios que están juntando para aquellas mujeres en extrema pobreza de El Triunfo y de los recintos aledaños.
Aún no tienen sede propia, trabajan en el auditorio del Municipio, desde hace 9 años, pero no sólo se llenan de esperanzas y sueños pues trabajan muy duro para conseguirla lo más pronto posible.
Dentro del Movimiento hay mujeres que se dedican a estudiar enfermería, manualidades en cerámica, trabajos en fómix, mientras que a otras les llama más la atención el tejido en macramé y las más jóvenes prefieren bisutería y otras se dedican a estudiar corte y confección, para este último grupo se han adquirido 4 máquinas industriales y desde ya están produciendo camisetas y vendiéndolas.
También hay cursos de belleza y de computación y hasta se han comprado 10 computadoras, no se podía quedar atrás la famosa Bailoterapia, (ya decía yo, como es que se ven tan regias estas mujeres). Tengo ya 4 años con estas clases que las dan profesores especialistas a los que les pagamos algo representativo obviamente, pues ellos entienden que el objetivo es la ayuda social y no el lucro, nos recalca Yolanda.
Además las clases que reciben son totalmente gratuitas solamente necesitan tener las ganas de aprender para ser parte de cualquiera de ellos.
Tienen muchos proyectos sobre la mesa ya sea a corto como a largo plazo, su sueño es crear una microempresa de confección de uniformes, para lo cuál no reparan en contarnos que quieren tocar a las puertas del Palacio de Gobierno para ser tomadas en cuenta en la elaboración de uniformes del personal de gobierno.
Además les urge tener casa propia, donde puedan tener sus propios talleres de confecciones, gabinetes de belleza, etc.
“Ya tenemos el solar, pero aún faltan trámites para que sea nuestro, queremos conseguir la construcción de las casas del Miduvi, esto ya está en proceso solo falta la firma para la construcción, son 380 mujeres que van a recibir las villas del Miduvi, y por si fuera poco conseguí 3 hectáreas para tener nuevas beneficiarias con los solares”.
Todas las mujeres que quieran pueden ser parte de este movimiento, sólo necesitan presentar la copia de cédula de identidad, más 5 dólares que son utilizados para hacerles su carnet de integrante.
El trabajo que realizan es diario, y siempre están a la expectativa de invitaciones a ferias que se organizan en el país, como ya son conocidas, es mas fácil la comercialización, tanto así las conocen que pronto estarán en la feria de la Fite... Ya tuvieron la oportunidad de irse a Miami a una feria artesanal donde participaron varios países y a la que asistieron 10 emprendedoras mujeres.
A todo esto Fanny también nos aclara: “nuestra visión de lo social es que la mujer aprenda a resolver sus problemas intrafamiliares y económicos, por esta razón nos gusta que se capaciten, que aprendan también algo lucrativo para no ser dependientes y se integren formando parte del desarrollo económico del hogar, que ayuden al esposo y asuman con responsabilidad la educación, medicina y alimentación de sus hijos”.
La mujer no se debe considerar débil ni frágil, la mujer es fuerte en todo sentido, somos el único ser sobre la tierra que es una fiera y al mismo tiempo el ser humano mas sublime. Así concluye Yolanda Vallejo, no si antes dejarnos recomendadas con Esperanza para que nos lleve hasta el Recinto El Guabito, a casa de Doña María Tuza donde están reunidas unas 10 artesanas, quienes nos reciben sonrientes y conversonas pero a cabeza gacha, sin dejar de mover sus dedos, trabajando sin parar en los tejidos de sombreros, joyeros, bolsos, abanicos, artesanías que deben estar listas para las diferentes ferias que se avecinan a las que muy optimistas asisten.
Así concluimos esta entrevista donde nos demostraron que las Mujeres Emprendedoras creen a ciencia cierta que "Querer es Poder" y lo han demostrado con creces.
Por: MBA Martha Chuya M.