viernes, 7 de agosto de 2015

Adiós a la CTE de Guayaquil

 El 31 de julio fue un día de nostalgias en Guayaquil, ese era el último día de labores para el personal de la Comisión de Tránsito de la ciudad, la CTE, una de las  instituciones más tradicionales que tras 67 años de vigilancia constante del tráfico vehicular en la ciudad más poblada del país debían trasladarse a su nuevo lugar de trabajo, las carreteras del Ecuador.
67 años ordenando y vigilando el tránsito vehicular llegaron a su fin. La Comisión de Tránsito del Guayas que nació un 29 de enero de 1948, en la presidencia del Dr. Carlos Julio Arosemena Tola, ese viernes 31 de julio llegaba a su último día de labores.
La CTE fue creada para que se dedicará exclusivamente a controlar el tráfico que en el Guayaquil de aquella época ya empezaba a crear problemas, la ciudad contaba ya con alrededor de 200 vehículos y aún no tenía ni un semáforo.
La primera convocatoria para personal de la CTE fue a través de un comunicado en un diario el domingo 18 de abril de 1948, el entusiasmo por pertenecer a esta institución fue masivo, tanto que se presentaron más de 500 aspirantes al día siguiente de la publicación.
12 oficiales, 90 vigilantes y una Escuela de Formación iniciaron sus labores en el emblemático edificio ubicado entre las calles Chile, Brasil, Cuenca y Chimborazo.
La CTE ha marcado la historia no solo de Guayaquil, sino también del país, ya que fue la primera institución uniformada que incluyó mujeres en su personal, esto sucedió en el año 1971,  400 mujeres se inscribieron, y solo 12 lograron aprobar el curso y graduarse como vigilantes de tránsito.
Las historias y anécdotas que se han escrito de la mano del crecimiento de Guayaquil se recordaron aquella noche del 31 de julio en la avenida 9 de octubre.
Y aunque la CTE seguirá emitiendo las licencias en el edificio de Chile y Cuenca hasta cuando la Agencia Nacional de Tránsito lo determine, serán desde este 1 de agosto los nuevos agentes de la Autoridad de Tránsito Municipal ATM, con su azul celeste los encargados de cuidar y ordenar el tránsito en Guayaquil.
La tarea que heredan los jóvenes agentes de la ATM es harto difícil, conductores y peatones reacios a cumplir las normativas de tránsito, conductores que manejan cual protagonistas de "Rápidos y Furiosos", que arrancan la marcha como si se
tratara de una carrera de fórmula 1, que aceleran al filo del inicio de la luz roja, que estacionan sobre pasos cebras, dejando sin espacio al peatón, que viran sin tener preferencial, que ignoran los discos PARE, que pitan incesantemente pensando que así apuraran la caravana de las horas pico, que creen que siempre es mejor rebasar por la derecha y que convierten las calles de dos carriles en tres o cuatro de acuerdo a la urgencia con que se trasladan.
Sin duda alguna que el tráfico en la ciudad de Guayaquil es intenso, estresante, caótico, tanto para el que maneja como para el que camina. Sigue pendiente la tarea de educar y disciplinar al peatón para que utilice los puentes peatonales y cruce por las equinas en los espacios que le corresponde.
Llegó la hora de despedirnos de los tradicionales uniformes azul y blanco de la CTE, del uniformado que se volvió un personaje famoso en las parodias de David Reinoso.
Se van, están listos para enfrentar un nuevo reto, el de asumir la vigilancia y control del tráfico vehicular en la red de carreteras estatales de las 24 provincias del país. Les deseamos éxitos a ellos. Y a los nuevos oficiales de la ATM Agencia de Tránsito Municipal, nuestra fraterna bienvenida.

1 comentario:

elobservadorinformante dijo...

todos ellos son unos corruptos, que entraron a ese puesto con plata y con padrinos.