Las enfermedades de transmisión sexual no siempre presentan síntomas y, en algunos casos, hay pacientes que no saben que han sido contagiados. Por tanto, no pueden informar a sus parejas sexuales ni poner las medidas de protección adecuadas.
Si eres sexualmente activo, especialmente con múltiples parejas, se aconseja llevar un control de los síntomas típicos de estas infecciones, así como realizar pruebas de ETS de manera periódica. En especial, si has mantenido relaciones sexuales de riesgo, es decir, sin protección.
Las pruebas de detección de enfermedades de transmisión sexual son, en la mayoría de los casos, rápidas, eficaces, indoloras y gratuitas. No suelen estar incluidas dentro de las revisiones médicas, por ello, si crees que puedes haber resultado contagiado has de pedir que te las hagan.
¿En qué consisten las pruebas de diagnóstico de una ETS?
En caso de conductas sexuales de riesgo, realizar las pruebas adecuadas descartará posibles enfermedades de transmisión sexual.
Las pruebas adecuadas para la detección de una ETS dependerán de los síntomas que refiera el paciente. El profesional sanitario que te atienda te realizará una breve entrevista para determinar qué prueba diagnóstica es la más adecuada en tu caso.
Si el médico no está seguro de qué ETS puedes tener, te hará pruebas para las que crea que encajan mejor con los síntomas que se han manifestado o con las relaciones de riesgo que hayas mantenido. Los resultados de las pruebas pueden tardar días o semanas, aunque algunas son instantáneas.
Aunque cada ETS tiene asignada su propia prueba diagnóstica, por regla general, estas incluyen:
Análisis de sangre: serología.
Análisis de orina.
Hisopado bucal: raspado de la cara interna de la mejilla.
Evaluación física: examen del área genital.
Toma de muestras de secreciones, llagas o ampollas para su posterior cultivo.
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¿En qué casos debo realizarme las pruebas de ETS?
Ante determinados síntomas, el médico elegirá las pruebas más adecuadas para el diagnóstico de las ETS.
Las pruebas diagnósticas dependen del tipo de ETS que se quiera detectar. Por tanto, vamos a especificar en qué casos deberías considerar hacerte pruebas en función de las enfermedades más comunes.
VIH y hepatitis B
El VIH o virus de la inmunodeficiencia humana ataca y debilita las células del sistema inmunitario del paciente. La prueba diagnóstica analiza la presencia de anticuerpos del virus en el organismo del paciente.
Por otra parte, la hepatitis B es una infección vírica que ataca al hígado del paciente. Las pruebas diagnósticas están orientadas a la detección del antígeno HBsAg en la sangre del paciente.
Pide en tu centro de salud que te realicen pruebas para la detección de VIH o hepatitis B en los siguientes casos:
Tú o tu pareja sexual ha tenido varias parejas sexuales durante el último año.
Has sido diagnosticado o presentas síntomas de otra infección de transmisión sexual.
Has compartido jeringuillas o has estado expuesto a una situación en la que no hayan sido esterilizadas correctamente.
Estás embarazada o quieres quedarte embarazada.
Has sido forzado a mantener relaciones sexuales contra tu consentimiento.
Clamidia y gonorrea
La clamidia y la gonorrea se detectan por medio de análisis de orina o por cultivo de muestras de secreciones del área genital. Estas infecciones pueden ser asintomáticas. Por tanto, se recomienda realizar pruebas diagnósticas en los siguientes casos:
Tienes VIH.
Eres menor de 25 años y has mantenido relaciones sexuales de riesgo: nueva pareja sexual o múltiples parejas.
Has sufrido un abuso o agresión sexual.
Herpes genital
El herpes genital es una infección viral que puede no presentar síntomas. Por ello, es muy importante que si has mantenido algún tipo de contacto sexual con una persona que tenga esta infección, te realices las pruebas diagnósticas pertinentes.
Generalmente, el médico procederá a realizar una hisopado de las secreciones genitales y de las llagas características de esta infección. También puede ser necesario un análisis de sangre. Los resultados no tienen porque ser concluyentes, ya que dependen de la etapa en la que se encuentre la infección y pueden darse falsos negativos.
¿Qué hacer si el resultado es positivo?
En cualquier caso, el empleo de métodos anticonceptivos de barrera será la mejor forma de prevención frente a ETS.
Aunque hay algunas ETS que no tienen cura, se pueden controlar los síntomas y evitar el contagio a las parejas sexuales. En caso de resultado positivo, hay que seguir las siguientes recomendaciones:
Realizar análisis adicionales.
Informar a tus parejas sexuales y poner medidas de prevención adecuadas.
Tu pareja o parejas sexuales han de realizarse análisis.
Seguir el tratamiento pautado por el médico.
En todo caso, mantener relaciones sexuales seguras con los métodos anticonceptivos adecuados será la forma de prevención más importante. Pide información a tu médico sobre las medidas que debes adoptar y los métodos más seguros de protección. No te alarmes y toma precauciones para disfrutar plenamente de tus relaciones.
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