Mujeres, jóvenes, casi niñas, con conciencia de país y de lucha, de participación, de solidaridad, de derechos y obligaciones... de obligaciones reales, no de aquellas de los tiempos de la conquista, porque ha pasado mucha agua bajo los puentes, y han soplado vientos libertarios, porque no ha sido fácil ni ha pasado el tiempo tan rápido como hubiésemos querido...
Han sido siglos de explotación y abuso, de muertes inocentes, de esclavitud porque ni siquiera la discriminación racista, ni la ambición de poder se llevaron tantas vidas como hasta ahora se sigue llevando la lucha por la igualdad de género. El exterminio masivo de mujeres en nombre de dioses inventados, de leyes concebidas por mentes calenturientas y temerosas de reconocerse inferiores sigue aún en nuestros días, coartando nuestros derechos con cuentos de dioses que premian y castigan siempre y cuando permanezcamos obedientes, sumisas y fieles como animales domesticados al servicio y a la voluntad del hombre.
Mujeres de este rincón del mundo hemos ido, poco a poco tomando conciencia de nuestra realidad y hemos jugado el juego de la democracia para elegir a un hombre que se ha comprometido con nosotras para darnos espacios en su gobierno, espacios que no sean un saludo a la bandera, espacios donde podamos construir y realizar, no queremos adornar nada ni a nadie, no queremos depender de los favores que tarde o temprano te facturan, queremos participación real porque tenemos derechos y estamos trabajando para merecerlos y exigirlos.
Hoy por hoy, tenemos el poder de decidir quien nos va a gobernar, mañana queremos estar preparadas para gobernar... Hoy por hoy querido Señor Presidente, hemos decidido con nuestros votos que usted nos gobierne y lo seguiremos apoyando hasta cuando nuestro tiempo llegue y nos toque ordenar "la casa" y poner cada cosa en su lugar.
Hijas, madres, profesionales, amas de casa, solteras, casadas, separadas, abandonadas, divorciadas, estudiantes y niñas de colegios o jardines, protegidas y abusadas, seguiremos avanzando, junto a usted.
Han sido siglos de explotación y abuso, de muertes inocentes, de esclavitud porque ni siquiera la discriminación racista, ni la ambición de poder se llevaron tantas vidas como hasta ahora se sigue llevando la lucha por la igualdad de género. El exterminio masivo de mujeres en nombre de dioses inventados, de leyes concebidas por mentes calenturientas y temerosas de reconocerse inferiores sigue aún en nuestros días, coartando nuestros derechos con cuentos de dioses que premian y castigan siempre y cuando permanezcamos obedientes, sumisas y fieles como animales domesticados al servicio y a la voluntad del hombre.
Mujeres de este rincón del mundo hemos ido, poco a poco tomando conciencia de nuestra realidad y hemos jugado el juego de la democracia para elegir a un hombre que se ha comprometido con nosotras para darnos espacios en su gobierno, espacios que no sean un saludo a la bandera, espacios donde podamos construir y realizar, no queremos adornar nada ni a nadie, no queremos depender de los favores que tarde o temprano te facturan, queremos participación real porque tenemos derechos y estamos trabajando para merecerlos y exigirlos.
Hoy por hoy, tenemos el poder de decidir quien nos va a gobernar, mañana queremos estar preparadas para gobernar... Hoy por hoy querido Señor Presidente, hemos decidido con nuestros votos que usted nos gobierne y lo seguiremos apoyando hasta cuando nuestro tiempo llegue y nos toque ordenar "la casa" y poner cada cosa en su lugar.
Hijas, madres, profesionales, amas de casa, solteras, casadas, separadas, abandonadas, divorciadas, estudiantes y niñas de colegios o jardines, protegidas y abusadas, seguiremos avanzando, junto a usted.
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