jueves, 31 de mayo de 2012

EL 20 DE MAYO DE 2012

No se cómo lo habrán pasado otros, pero a mí, por desinformada casi casi que me botan de la casa por culpa del eclipse solar. Y es que si me hubieran contado que el  20 de mayo íbamos a tener eclipse, y que ese iba a ser de esos eclipses en que se iban a alinear la tierra, el sol, la luna y encima esa constelación que los mayas conocían como las Pléyades, me hubiera preparado y no la habría pasado tan mal.
Y que conste que yo no ando preocupada porque los mayas aseguraron que el 20 de Mayo del 2012 se va a acabar el mundo, no para nada, pero es que lo del eclipse de TAURO del domingo pasado, si que me dio qué pensar.
Todo empezó como por el lunes, cuando las plantas de mi pequeño balcón se pusieron de acuerdo para ponerse igual de hermosas y repletas de flores, hasta las que no les tocaba florecer se lucieron con colores. "Buen bajo que tengo" pensé y quedé más contenta que pelado en vacaciones.
Para los mismos días mi consentida, una gatita siamesa malgeniosa, se puso calenturienta. Algo que le da cada vez que hay luna llena. Sólo que esta vez se le pasó la mano. No se conformó con maullar, sino que se trepaba al balcón y desde ahí empezaba a gritar, desesperadamente, llamando a cuanto gato se cruzara por la calle. Y así se pasaba todo el día y toda la noche. Maullando hasta más no poder, arrastrándose por las paredes. Sobándose en mis zapatos, especialmente los que tenían tacón en punta, maullando y pidiendo gato. Así que una amiga condolida agarró un gato mal parqueado que andaba por ahí y se lo llevó. Pero aparte de llevarse el susto de su vida y quedarse escondido en un rincón el gato no hizo nada más, creo que los gritos destemplados de mi siamesa lo acomplejaron.
Y que me disculpen mis amigas, lo chismosa que soy, pero ese sábado, queriendo escaparme de la casa y de la bulla que armaba mi gata calenturienta, se me ocurrió organizar una lady´s night y empecé a llamarlas. Pero nada de nada. Nadie me contestó. Ya después me contaron que andaban de parranda por separado y que no querían ser interrumpidas. Así que cansada de marcar teléfonos y escuchar como me mandaban al buzón, decidí quedarme en casa,  cuando nooooooo, pero  así, sin previo aviso, me llegó la roja, pero si la semana pasada nomás la tuve. Qué raro pensé, nunca me ha pasado esto. Qué se le va a hacer, me preparé para irme a descansar pero fue imposible. Porque aparte de una gata siamesa, tengo 5 gatos  y dos perras,  grandes y hermosas, que pasan en la terraza. Y en la terraza se pasaron toda la noche, pero esta vez corriendo como locas, aullando y ladrando.
Por fin amaneció en domingo, solo para encontrarme con Don Wacho, mi casero, con unas ojeras que le llegaban al piso. Oiga no he podido dormir por la bulla que armaron sus gatos y sus perras, dijo lamentándose.  Yo me hice la loca y le dije que no era para tanto. Que a lo mejor era el clima, tanto calor que les había dado insomnio, pero como que no me creyó el chamullo.
Ese día las noticias eran el terremoto de Italia, los temblores en Colombia, Puerto Rico y en las Islas Marianas junto con un zoológico, donde todos los animales se habían puesto como locos y tenían a la gente más que asustada.
Y aunque ya han pasado algunos días de ese eclipse y a mis perras ya se les está pasando la onda deportiva de correr, mi jardín sigue repleto de flores y todavía mi siamesa anda pegando gritos y sobándose, pero ya no en mis tacones sino en mis pantuflas.
Esto del eclipse sí que dejó algunas secuelas. A nosotras las chicas, la menstruación se nos descontroló y así como a algunas se nos duplicó a otras se les ausentó y ya llevan dos temporadas con el problema porque algunas no saben si es por culpa del eclipse o de un mancito que nada tiene que ver con el fenómeno solar.

Pero como dicen que dice Garay, no creo en brujas, pero de que las hay, las hay!
Sería bueno saber que pasó con las chicas de Tauro, nosotras conocemos una que anda sonriendo pero muda.


Por: Yazmín Bustán


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