La vivienda digna es un derecho que tenemos todos los ecuatorianos, un derecho que la constitución lo detalla muy claro en su artículo # 30 "Las personas tienen derecho a un hábitat seguro y saludable, y a una vivienda adecuada y digna, con independencia de su situación social y económica".
Derecho a una vivienda digna lo hemos tenido siempre, desde que somos república, sólo que los anteriores gobiernos se han hecho de la vista gorda con este asunto. Vivienda, claro que sí, por supuesto, en algún lugar tenemos que vivir, hacinados en cuartos de metro cuadrado o en las riberas de algún estero. Durante décadas, para ser más exactos, los ´70, ´80, fueron las grandes ciudades las que empezaron a concentrar la mayor cantidad de gente, anillos de miseria, de pobreza, concentradores de viviendas endebles de caña o madera, repartidas irresponsablemente entre calles que dependiendo del clima, se volvían intransitables entre el polvo y el lodo.
Seguramente a nadie le preocupó en épocas de campaña electoral, prometer pan, techo y empleo. Ya lo tenían resuelto, empezaban justo antes de elecciones, repartiendo tierra a diestra y siniestra, sin importar para nada, si sobre esas tierras prometidas se podía construir. Consecuencia de ello, es ahora el lamento de todos aquellos que viven en zonas de deslave o inundaciones, zonas que nunca debieron ser habitadas por lo riesgoso del terreno.
Pero este tema no es algo que los políticos de ahora, especialmente esos que se llaman oposición, discutan en sus tan frecuentes entrevistas en los medios de comunicación. No, no les conviene porque tendrían que reconocer su responsabilidad social en este desorden peliagudo en el que crecieron las grandes ciudades de este multicolor país.
Y no les gusta hablar del tema de la vivienda, porque tendrían que reconocer el trabajo que ha realizado en estos seis años el gobierno de la revolución ciudadana.
Un trabajo que seguramente no entienden, aunque las estadísticas nos muestren hasta la saciedad que la vivienda tiene una relación directa con la salud del ser humano, especialmente con la de los niños. Los que se oponen a esta revolución no saben por qué razón el 70% de las viviendas que ha construido el gobierno se planificó entregarlas en las zonas rurales.
No, ellos no entienden, porque tampoco les interesa saber que en provincias como Cotopaxi, Chimborazo la desnutrición infantil alcanza hasta el 60% y en ciertas provincias de la Amazonía hasta el 42% y estos porcentajes tienen que ver directamente con la calidad de vida y de vivienda en la que crecen estos niños.
A la oposición nunca se le escuchar hablar de las 250.000 viviendas que en estos seis años ha entregado el gobierno a través el MIDUVI, 250.000 viviendas que equivalen a una inversión superior a mil doscientos millones de dólares.
Esta suma es siete veces más de lo que la "democracia" de los cuatro gobiernos anteriores han invertido en Ecuador.
Y es verdad que faltan viviendas, porque son décadas de abandono las que se están superando, por lo pronto se ha trabajado para que en el 2015 se logre cerrar la brecha del déficit habitacional en el sector rural. Y la meta de los próximos seis años es construir por lo bajo 30.000 viviendas por año en zonas urbanas y urbano marginales.
Se avanza, claro que sí. Y aunque algunos no lo quieran reconocer especialmente en época electorera. Esas 250.000 viviendas entregadas en estos seis años, son una muestra clara, que no sólo estamos ejerciendo nuestros derechos, sino recuperando dignidad.
Buenas noticias para todos, los bonos para vivienda social aumentaron este 2013:
Bono de vivienda rural de 5.000 dólares aumentó a partir del 2013 a 6.000 dólares.
En el 2012 se cubrió el 80% de la demanda en la modalidad de terreno propio en el programa Manuela Espejo. Por este motivo el Bono de la vivienda Manuela Espejo en el 2012 que era de 5.000 dólares a partir del 2013 es de 13.500 dólares.
Bono de Mejoramiento de Vivienda era hasta el 2012 de 1.500 dólares. A partir del 2013 es de 2.000 dólares.
Bono de emergencia (destinado a damnificados): para los de reasentamiento que era de 12.000 dólares en el 2012, subió en el 2013 a 13.500.
Bono de reposición era en el 2012 de 5.000 dólares, ahora en el 2013 es de 6.000 dólares.
Bono de vivienda amazónica en el 2012 era de 5.000 dólares. En el 2013 es de 8.000 dólares.
Bono de titulación (para todos aquellos que quieran legalizar predios y beneficiarse del bono de vivienda en áreas urbanas, rurales y urbanas marginales) en el 2012 era de 200 dólares. En el 2013 es de 400 dólares.
Por: Yazmín Bustán
Derecho a una vivienda digna lo hemos tenido siempre, desde que somos república, sólo que los anteriores gobiernos se han hecho de la vista gorda con este asunto. Vivienda, claro que sí, por supuesto, en algún lugar tenemos que vivir, hacinados en cuartos de metro cuadrado o en las riberas de algún estero. Durante décadas, para ser más exactos, los ´70, ´80, fueron las grandes ciudades las que empezaron a concentrar la mayor cantidad de gente, anillos de miseria, de pobreza, concentradores de viviendas endebles de caña o madera, repartidas irresponsablemente entre calles que dependiendo del clima, se volvían intransitables entre el polvo y el lodo.
Seguramente a nadie le preocupó en épocas de campaña electoral, prometer pan, techo y empleo. Ya lo tenían resuelto, empezaban justo antes de elecciones, repartiendo tierra a diestra y siniestra, sin importar para nada, si sobre esas tierras prometidas se podía construir. Consecuencia de ello, es ahora el lamento de todos aquellos que viven en zonas de deslave o inundaciones, zonas que nunca debieron ser habitadas por lo riesgoso del terreno.
Pero este tema no es algo que los políticos de ahora, especialmente esos que se llaman oposición, discutan en sus tan frecuentes entrevistas en los medios de comunicación. No, no les conviene porque tendrían que reconocer su responsabilidad social en este desorden peliagudo en el que crecieron las grandes ciudades de este multicolor país.
Y no les gusta hablar del tema de la vivienda, porque tendrían que reconocer el trabajo que ha realizado en estos seis años el gobierno de la revolución ciudadana.
Un trabajo que seguramente no entienden, aunque las estadísticas nos muestren hasta la saciedad que la vivienda tiene una relación directa con la salud del ser humano, especialmente con la de los niños. Los que se oponen a esta revolución no saben por qué razón el 70% de las viviendas que ha construido el gobierno se planificó entregarlas en las zonas rurales.
No, ellos no entienden, porque tampoco les interesa saber que en provincias como Cotopaxi, Chimborazo la desnutrición infantil alcanza hasta el 60% y en ciertas provincias de la Amazonía hasta el 42% y estos porcentajes tienen que ver directamente con la calidad de vida y de vivienda en la que crecen estos niños.
A la oposición nunca se le escuchar hablar de las 250.000 viviendas que en estos seis años ha entregado el gobierno a través el MIDUVI, 250.000 viviendas que equivalen a una inversión superior a mil doscientos millones de dólares.
Esta suma es siete veces más de lo que la "democracia" de los cuatro gobiernos anteriores han invertido en Ecuador.
Y es verdad que faltan viviendas, porque son décadas de abandono las que se están superando, por lo pronto se ha trabajado para que en el 2015 se logre cerrar la brecha del déficit habitacional en el sector rural. Y la meta de los próximos seis años es construir por lo bajo 30.000 viviendas por año en zonas urbanas y urbano marginales.
Pedro Jaramillo, Ministro de Vivienda, en la entrega de vivienda fiscal en la ciudad de Guayaquil. |
Se avanza, claro que sí. Y aunque algunos no lo quieran reconocer especialmente en época electorera. Esas 250.000 viviendas entregadas en estos seis años, son una muestra clara, que no sólo estamos ejerciendo nuestros derechos, sino recuperando dignidad.
Buenas noticias para todos, los bonos para vivienda social aumentaron este 2013:
Bono de vivienda rural de 5.000 dólares aumentó a partir del 2013 a 6.000 dólares.
En el 2012 se cubrió el 80% de la demanda en la modalidad de terreno propio en el programa Manuela Espejo. Por este motivo el Bono de la vivienda Manuela Espejo en el 2012 que era de 5.000 dólares a partir del 2013 es de 13.500 dólares.
Bono de Mejoramiento de Vivienda era hasta el 2012 de 1.500 dólares. A partir del 2013 es de 2.000 dólares.
Bono de emergencia (destinado a damnificados): para los de reasentamiento que era de 12.000 dólares en el 2012, subió en el 2013 a 13.500.
Bono de reposición era en el 2012 de 5.000 dólares, ahora en el 2013 es de 6.000 dólares.
Bono de vivienda amazónica en el 2012 era de 5.000 dólares. En el 2013 es de 8.000 dólares.
Bono de titulación (para todos aquellos que quieran legalizar predios y beneficiarse del bono de vivienda en áreas urbanas, rurales y urbanas marginales) en el 2012 era de 200 dólares. En el 2013 es de 400 dólares.
Por: Yazmín Bustán
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