lunes, 16 de diciembre de 2013

ALEXANDRA: Es una gorda fuerte, poderosa y resistente

En la sala de su casa, ahora su taller de trabajo...
  "Ayer me hicieron un pedido para hoy de 36 adornos navideños que equivale a $50 dolares que nadie se los gana en un día, así que tengo que sacarme la “batimadre” para ganármelos..."
Acelerada e incansable así nos recibe, con una mirada que refleja las espectativas de vida que todos añoramos "Solo intento sobrevivir en este mundo, vivo con lo que gano y me gustaría en un futuro cercano armar una Microempresa, encontrarme 2 o 3 señoras con mis condiciones y que tengan mi mentalidad..."
A pesar que este es un mundo marcado por el machismo donde hay mujeres que pierden fácilmente la confianza en si mismas, y permiten que los problemas les oscurezcan el horizonte, es grato encontrarnos con mujeres valientes, luchadoras que no se dejan vencer y que a pesar de las circunstancias se mantienen seguras que continuar confiando en que nada ni nadie las puede dañar, más que ellas mismas, como tampoco nadie las puede ayudar o sanar. Se trata de confiar en ti, nada más que en ti, de mandar en tu vida y estaras como quieras estar; bien o mal.
Todo depende de ti como en el caso de Alexandra Rayo Guzmán, madre soltera de 44 años que a pesar de sus problemas jamás ha dado su brazo a torcer. Hoy hace un alto en su agitada vida para contarnos su historia con lujo de detalles:
"Siempre se puede salir adelante, de eso no tengan la menor duda..."
Hace  4 años atrás trabajé durante 20 años en una empresa grande donde ya faltando 5 días para jubilarme me despidieron por reducción de personal,(politicas empresariales), así que empecé a buscar trabajo pero por mi edad no encontré nada. Así empezaron mis problemas, la desesperación me llevó a la depresión... a raíz de eso, de un momento a otro me sentí una bolita en un seno... me fui a Solca donde me detectaron cáncer agresivo y fui operada, me extirparon un seno y los ganglios, me sometieron a tratamientos de quimioterapias, un año después se me terminó la liquidación que había recibido de $8.300 porque sufrir este tipo de enfermedades es fatal, si no tienes plata eres poco o nada, y peor aún si estás desempleada... Tratamientos van, tratamientos vienen, ya no tenía recursos para continuar, debía ponerme 12 dosis de una inyección que costaba $2.450 así que ahí mismo me puse a llorar sin consuelo. Es que era imposible poder juntar tanta plata... la doctora que me trataba me advirtió que dejar el tratamiento sería mortal, porque mi tipo de cáncer era de esos que podían volver... me habló sobre el plan del gobierno en casos de enfermedades catastróficas.... era la primera vez que lo escuchaba, me sugirió que sacara mi historial de Solca y lo llevara al hospital Guayaquil... fui para allá, dejé la documentación  con la esperanza de que en 45 días me la aprobaran, y así fue... a los 45 días exactos me llamaron a notificarme que había sido aprobada... imagínense... salté en una pata de la emoción... fui inmediatamente y recibí 12 dosis del tratamiento que necesitaba. En la actualidad llevo año y medio atendiéndome con el  Ministerio de Salud.
El tratamiento post-operatorio en Solca me costaba de $200 a $300 mensuales, desde que estoy con el gobierno gasto sólo $100 porque hay medicinas que no tienen y me toca comprarlas por mi cuenta, con la suerte de que los medicamentos para el cáncer que son bien caros y escasos sí los encuentro aquí.
La mamita de Alexandra...

Como me vi en aprietos económicos empecé a vender comida y  como siempre fui buena para las manualidades, al verme desesperada empecé a explotar mis recursos... No fue fácil definirme... como creyente le rogaba al Señor que me aclare el camino, tenía que haber algo en mí que pueda hacer bien y que pueda explotarlo, pensaba y fue así como comencé haciendo paneles navideños, los promocionaba entre mis amistades y los vendía, después cuando necesitaba tener más variedad en mis artesanías, recorría por todos lados buscando modelos modernos y atractivos en moldes navideños y así fue como poco a poco fui armando mi Bazar Navideño... también me inspiré en revistas colombianas, de donde recorté moldes, y hasta viajé a Colombia para traer telas adecuadas, telas térmicas con los que hago muñecos que cuidándolos bien duran hasta 12 años.
 Este es el segundo año que abro al público mi bazar. De lunes a jueves trabajo en los pedidos que me llegan y los fines de semana me dedico a la venta de comida; Arroz con Menestra acompañado de Chuzos de carne o pollo.


Alexandra tiene manos de  artista, aquí su obra.
De esta manera trabajo todo el año, desde enero hasta agosto coso sin parar, Gladys, mi mamá es mi aliada, mi amiga, y es quien me ayuda, la que se encarga de rellenar los muñecos, para que en septiembre estén listos y ya en octubre abrir al público. Con un capital que da la vuelta pues compro... vendo variedad de adornos que van desde los $5 hasta los $50 dólares. Mi clientela sale de las recomendaciones de otras clientas satisfechas.
He aprendido a organizar mi tiempo sola, puesto que como paso muchas horas en el hospital llevo material y me pongo a coser durante las largas y desesperantes horas de espera.
Los horarios de Alexandra
Se levanta a las 08:00 desayuna y se pone a coser hasta las 11:00 porque a las 12:45 tiene que estar en el hospital Guayaquil, y de ahí se va a Trabajo Social del Ministerio de Salud porque está tramitando el carnet de discapacidad puesto que un brazo se le hincha, le duele y de pronto pierde su control y se le caen las cosas.
Llega tipo 15:00, almuerza y continúa cosiendo hasta las 23:00 ya es de noche así que se va a dormir, mañana es otro día e igual será de full trabajo.
Se etiqueta como “gorda fuerte, poderosa y resistente” y trata de mantenerse igual siempre, a pesar que los médicos le advierten que no abuse, hay momentos en que se siente tan cansada y ahí es cuando su mejor terapia  la encuentra en su espacioso dormitorio que nos muestra orgullosa... nos cuenta que lo pintó de color celeste porque le encanta el mar, ella lo llama su “santuario”; su cama la acoge cuando descansa 1o 2 horas, lo suficiente para recargarla de energías y luego continuar con su rutina diaria... Le encanta ver películas de ciencia ficción, acostarse en su cama y que nadie le moleste, es su espacio, su rincón, su refugio... Hay veces que se escapa con una amiga que tiene carro, guarda sus 4 cosas y toman rumbo a la playa, ya dentro de una carpa protegida del sol, se pone a coser respirando ese aire marino que a todos nos hace tan bien, lejos de los problemas cotidianos... eso es vida, dice... salirme de esta rutina normal que para mí es un stress, pero no la quiero dejar, es parte de mi vida, mis problemas afloran cuando estoy dentro del hospital donde la incertidumbre de no saber a ciencia cierta como estoy, me ha tocado ver casos de personas que de pronto ya no están en este mundo, algo muy cruel que choca vivir."
Alexandra en su negocio de comida...

"No quiero morir, lo que me empuja a seguir es justamente que quiero  morir sin dolor, he visto tantos casos de personas que sufren mucho, he escuchado gritos de esos que te impactan y que paradójicamente te dan fuerzas para continuar y no querer llegar a ese estado... el día que yo pare de trabajar es porque he muerto, y habré muerto sin darme cuenta, sin dolores porque no los quiero, lo se porque aunque me sienta cansada sigo adelante...

Un mensaje para las lectoras: En ratos de desesperación uno tiene que sacar de su personalidad eso que todos tenemos pero que no usamos, la confianza de poder conseguirlo TODO, incluso no sufrir ni morir. No dejen que el miedo las inutilice en la enfermedades porque el mejor remedio es saber que no existe nada que te mate... solo tus temores pueden hacerlo... distraíganse, vean la vida con optimismo, no se queden lamentándose porque eso enferma más... es mi experiencia de no pensar en negativo, confiando en que todo se supera, con la confianza de saber que el que quiere algo debe estar seguro de obtenerlo. Así nos despedimos de Alexandra, que tiene un bazar de muñecos fantásticos y los sueños de una mujer valiente.
• El bazar navideño de Alexandra está ubicado al sur de Guayaquil, en la ciudadela  9 de Octubre, Callejón B entre Calle 3era. y 5ta. Mz. 27 villa 14, celular 0993238913 o al 2555026.

Por. MBA Martha Chuya M.

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