Esta noche es Nochebuena y mañana... ya no importa!!

 Se acerca la Navidad y con ella el famoso gordito de barbas y cabellos blancos como la nieve... de vestimenta roja como si fuera comunista, pero no... never, cualquier cosa menos comunista... ya usted sabe qué pasa con los comunistas... dicen y de buena fuente; que los gitanos se roban a los niños y los comunistas... se los comen!!  Eso dice Charles Vera y si lo dice él hay aún muchos volados que le creen.
Cuando yo era chica  siempre soñé con  verlo entrar por mi ventana cargado de regalos, ya que chimenea nunca tuve porque sólo hay en las casas de los ricos aunque sean falsas porque por acá por la costa no hace frío y las chimeneas verdaderas no sirven para nada... y como los guayaquileños aunque sean ricos, millonarios, pelucones, traficantes o banqueros, son igual de monos... es por eso que adoptamos a Papá Noél,  le ponemos chimeneas falsas a las casas para que el panzón baje a dejar los regalos navideños junto al arbolito de Navidad; también adoptado y adornado con algodón para simular nieve que acá jamás ha caído... Antes, yo creía que nos decían monos porque comíamos plátanos pero no, nos dicen así porque hacemos lo que otros hacen sin importar de donde viene, lo importante es que nos guste, por eso bailamos reguetón, nos teñimos el cabello de rubio y hasta a los bebes les teñimos  para que se vean como los gringos y no nos damos cuenta que los gringos vienen acá buscando morenas bien dotadas, con sabor tropical y que balanceen la "canasta" cuando caminan... Nos vestimos con ropas para el frío, con botas o zapatos para la nieve, bebemos vodka, whisky y a nuestros hijos les ponemos nombres en inglés mal escrito o le agregamos una "H" a nombres comunes como Marta, Berta, o una "beth" como a Elisa o el nombre completo de un famoso como John Kennedi Minda, o en lugar de John escribimos Jhon o Yhon y hasta Yoni, en fin... No importa que nos digan "monos", total lo hacemos para entretenernos... Pero Papá Noél, Santa Claus, San Nicolás o como se llame nada tiene que ver con nosotros, nuestro Papá Noél debería andar con bermudas, sandalias de cuero y una camisa floreada de mil colores y en lugar de andar en trineo debería traer los juguetes en bici-moto... si o no?
Además, si de fiesta religiosa se trata, deberían ser los Reyes Magos los encargados de traer los regalos pero como todo buen rey, siempren llegan tarde, mal y nunca... Aquí los reyes magos deberían ser los Noboa, los Lasso o  en último caso, los FebresCordero, pero los ricos de acá son todos lagartos, no vomitan aunque les hagan cosquilla en la cola...
 
LOS REGALOS
Para que hablar de los regalos hay cada CARE´TUCO que mas que rabia dan risa... yo conocí a una viejita que para Navidad cogía cualquier cosa de su casa, plato, cuchara, vasija, sucia o rota no importaba... las cogía, las envolvía en papel de regalo viejo y arrugado y hacía un tour casa por casa repartiéndolos y recibiendo regalos... todo el mundo se cuajaba de risa pero como ya la conocían... le hacían un regalo mas o menos a ver si así le daba vergüenza, pero se murió un fin de año y en una caja de cartón grande encontraron que ya tenía los "regalos" que iba a repartir ese fin de año. Sin embargo hubo mucha gente que la echó de menos. Uno o dos meses antes de su muerte, un desalmado marihuanero la violó, tenía casi 90 años y era "niña" según decía ella, con tanta vehemencia que nadie se atrevió nunca a dudarlo... quizás ese último año alguno de esos trucos navideños que solía hacer le resultó porque su cadáver tenía una extraña y placentera sonrisa que a pesar de estar en el ataúd parecía estar viva y muy contenta.
Tengo una amiga que da buenos regalos ya sea para los cumple o para navidad, yo rezo 3 padres nuestros y 3 ave María para tenerla de Amiga Secreta en Navidad, pero en 10 años no me ha tocado nunca... y lo que es peor me toca una amiga que me regala ropa que me queda grande o pequeña y ella se ofrece a cambiarla por la talla correcta... pero nunca vuelve ni con la ropa cambiada ni con la que estaba grande o pequeña. Buen truco.
Pero lo peor me sucedió hace cinco Navidades atrás... Un amigo aparentemente muy serio e inteligente que me caía muy bien, así a primera vista, era el hombre que toda mujer espera, guapo, inteligente, con buen trabajo y mejor sueldo y un narrador de historias increíbles... no hay libro que no haya leído ni autor que desconozca, no hay tema que no domine ni filosofías que no practique... a unas le parece un santo varón, a otras muy sexy... tiene un humor que te mantiene sonriendo toda una velada.
Aquella Navidad yo estaba muy deprimida, no tenía ánimo para fiestas ni para recibir regalos y los que yo debía entregar los envié 24 horas antes de Navidad a domicilio y decidí no salir y encerrarme en mi cuarto a pasar ese bajón... eran casi las 22h00, las 10 de la noche de aquel 24 de diciembre y estaba tomando una taza de chocolate antes de acostarme cuando el móvil sonó... me acordé de que debía apagarlo... contestaré la última llamada pensé casi sin ganas de hablar dije:
- Si?...
- Te pasa algo?... te noto como con problemas, no es posible que una bella mujer se encuentre triste o con problemas en Navidad...
Su voz era suave, dulce y arrulladora, me sentí una niña diciéndole a su padre que estaba sufriendo sin saber por qué, le conté de la decisión que había tomado de no estar celebrando nada, ni estar con los amigos, ni de recibir regalos, le dije lo deprimida que estaba y que tenía una extraña sensación de vacío interior, que ...
Me escuchó sin interrumpirme. Cuando callé esperó un minuto antes de decir:
- Hagamos un trato ahora, antes de que llegue la Navidad... te invito a cenar y terminaremos a eso de las 11,30 te devolveré a tu departamento a tiempo para que sigas con tu plan de recogimiento, no te daré consejos, te hablaré de cualquier cosa menos de ti y por nada en el mundo trataré de convencerte de hacer otra cosa que la que tú quieras...
A medida que hablaba fuí entendiendo que todo cuanto decía lo iba a cumplir... y lo cumplió, no hizo ni dijo nada para que yo cambiara de idea, sólo me pidió que disfrutara de la cena sin tener que hablar por obligación... Así lo hice y todo fue tan agradable, la comida exquisita y el vino... casi dulce, suave al paladar, sutilmente embriagador... Durante la cena solo lo miraba de vez en cuando y siempre tenía una sonrisa a flor de labios casi como de niño... parecía no estar mirándome pero cada vez que yo lo miraba sus ojos estaban fijos en los míos.
Mi paladar estaba de fiesta, por un momento pensé en  el precio de semejante banquete, fueron sólo segundos luego me dejé llevar por la música italiana que amenizaba el ambiente del restaurante italiano y dejé libre a los sentidos, los exigía la comida y el vino, dulce e inofensivo, dulce que no se iba a mi estómago se desmaterializaba y subía a embriagar mis pensamientos.
Esa navidad tuve mi primera "Noche Buena"... y desde entonces, para volver a tenerla ya no esperamos a que sea Navidad nos basta con que sea de noche.

Por: MBA Martha Chuya M.