• Con un bullicio sin saber exactamente de donde viene, nos recibe la entrada al Mercado Caraguay, lugar que acoge a un sin número de personas de diferentes lugares de Guayaquil,
y que se congregan en este sitio porque saben que lo encuentran todo y a un buen precio.
En mi caso la mayoría de las veces he ido en busca de un buen encebollado donde "Joqui” para recuperar las energías perdidas luego de un agotador día de trabajo, de un cumpleaños bien celebrado o quizás unos fines de semana buscando la fruta de la temporada donde doña Magdalena para espantar la mala noche o la amanecida trabajando...
- Mija, que fruta desea llevar, tenemos naranjas, papayas, sandías -y sigue enumerando frutas de jugos tropicales como si fuera una oración por años repetida - ...a los tiempos que se deja ver... -pero yo se que ese a "los tiempos"- se lo dice a todo el mundo y yo sonrío mientras elijo frutas y algunas verduras para mezclarlas en una fórmula super-secreta que sabe super mal y dizque es para adelgazar.
Haciendo un poco de historia, el lugar era antiguamente conocido como la Feria Caraguay y hace ya mas de 12 años que se convirtió en el Mercado Caraguay, donde la mayoría de los comerciantes son de los reubicados del Mercado Sur, que ahora se lo conoce con el rimbombante nombre de “El Palacio de Cristal”.
Lo más representativo en la Caraguay es la venta de mariscos frescos y sus comidas, le siguen las legumbres, frutas, carnes y enseres para el hogar.
Decidimos aventurarnos sin saber qué podíamos encontrar que hiciera que este reportaje valiera la pena hacerlo.
Nos encontramos con personas reservadas, serias, tan ocupadas en sus quehaceres que por momentos parecían como enojadas y poco amables, concentradas en presentar sus productos, limpiar los mesones, ordenar las canastas y las estanterías. Ni la cámara (CANON) de última generación les llamó la atención.. nadie posó pero tampoco impidió ser fotografiado... al parecer no querían hablar por temor a perder tiempo y no acabar de ordenarlo todo. Extraña experiencia, acostumbradas como estamos a chismear con las personas que entrevistamos, estas que no querían comentar nada nos comenzaron a poner nerviosas.
Como sea, nos enteramos que los vendedores de frutas, legumbres, mariscos y enseres para el hogar tenían una rutina de trabajo que comienza a las cuatro de la mañana, hora en la que a usted aún le quedan 3 más de sueño reparador y de ronroneo abrazado a su media naranja. Es la hora en que empiezan a llegar los proveedores de productos, los cuales son recibidos, contados y ordenados para que el consumidor final -o sea usted- se los lleve cómodamente a su casita.
Los mariscos tienen diferentes horarios de llegada, los vendedores al por menor están desde las cuatro de la mañana en adelante y los mayoristas a partir de las cuatro de la tarde, hora en la que llegan con la pesca del día que a veces es buena y otras como las pelotas... los transportistas que traen las cargas de mariscos de las empacadoras. Así que para el público que desea llevar al por mayor, la venta de mariscos es a partir de las ocho de la noche.
Con las comidas según Mi Tuki, nos cuentan que todo lo que él necesita para preparar sus alimentos lo encuentra en el mismo Mercado, con la frescura que sus comensales exigen, por eso nos dice:
- Si tú quieres comer el mejor marisco y realmente fresco entonces busca la Caraguay que otra igual, no hay... y para que hablar, aquí hay lo mejor de todo, a precio de gallina enferma!!.
Los comerciantes de la Caraguay, pagan una tasa mínima al Municipio por permanecer en el lugar, la limpieza de sus locales corre por cuenta de ellos mismos y la de los exteriores la hacen los carretilleros, que no les paga nadie, pero que ganan lo que las personas les dan por llevar sus cargas.
El lugar cuenta con seguridad privada que la administración del mercado les provee, esto nos consta ya que luego de hacer el recorrido, los de seguridad nos informaron que deberíamos pedir permiso para hacer nuestras tomas, nosotras fuimos y nos atendieron de maravilla, tanto así que nos asignaron a un oficial de seguridad para que pudiéramos hacer las tomas de la zona del puerto.
Sin embargo hay gente que ha trabajado por muchos años en la Caraguay y todavía trabajan en la informalidad ya que no se han agremiado en ningún lado, no tienen seguro como los tienen los privados, viven al día a sabiendas de que hay días buenos y días malos y que lo único que les queda es trabajar y trabajar, pero están conscientes de que la culpa ha sido de ellos. A sus compañeros no les son indiferentes, les ayudan en lo que sea posible pero de hecho les gustaría ver en ellos ganas de cambiar.
Como anécdota les contamos que llevamos a un quiteñito a comer a la Caraguay, quedó encantado con los mariscos y todo bien, pero el día en que decidió ir a comer a un lugar cinco estrellas no hubo quien lo despegue del baño... así que lo de la frescura de los mariscos de la Caraguay es la pura y santa verdad.... nos consta!
Nuestro respeto a gente como esta que trabaja de luna a luna, sudando la camiseta sin hacerle asco a nada y cada día han consagrado su vida a servir a los demás que a veces sin saber lo que les cuesta ganar el centavo les decimos:
- No pues María -se llama Juanita- no te hagas la viva y no me cobres caro o te voy a cambiar por otra que me ofreció mas barato...
- Juanita sonríe -que mas le queda- vaya señorita, vaya no más y compre allá...
No se va y compra como siempre.
A la salida ibamos a esperar el taxi que nos sacaría de allí, porque afuera los ladrones hacen nata, vimos a unos chequeándonos, pero cuando vieron al guardia que nos cuidaba se fueron una cuadra más allá... luego llegó el taxi manejado por Super Eduardo y regresamos al hogar que nos queda a 4 cuadras de la Caraguay.
O sea que somos vecinos sabes? que onda, no? Chévere la Caraguay, cachabas?, es SUPER-HIPER-TOP!!, en serio loco!!. CUÉNTALE A TUS PAPIS CACHORRO, PLATICALES LA DURA!!!
Por: Solo Marga
y que se congregan en este sitio porque saben que lo encuentran todo y a un buen precio.
En mi caso la mayoría de las veces he ido en busca de un buen encebollado donde "Joqui” para recuperar las energías perdidas luego de un agotador día de trabajo, de un cumpleaños bien celebrado o quizás unos fines de semana buscando la fruta de la temporada donde doña Magdalena para espantar la mala noche o la amanecida trabajando...
- Mija, que fruta desea llevar, tenemos naranjas, papayas, sandías -y sigue enumerando frutas de jugos tropicales como si fuera una oración por años repetida - ...a los tiempos que se deja ver... -pero yo se que ese a "los tiempos"- se lo dice a todo el mundo y yo sonrío mientras elijo frutas y algunas verduras para mezclarlas en una fórmula super-secreta que sabe super mal y dizque es para adelgazar.
Haciendo un poco de historia, el lugar era antiguamente conocido como la Feria Caraguay y hace ya mas de 12 años que se convirtió en el Mercado Caraguay, donde la mayoría de los comerciantes son de los reubicados del Mercado Sur, que ahora se lo conoce con el rimbombante nombre de “El Palacio de Cristal”.
Lo más representativo en la Caraguay es la venta de mariscos frescos y sus comidas, le siguen las legumbres, frutas, carnes y enseres para el hogar.
Decidimos aventurarnos sin saber qué podíamos encontrar que hiciera que este reportaje valiera la pena hacerlo.
Nos encontramos con personas reservadas, serias, tan ocupadas en sus quehaceres que por momentos parecían como enojadas y poco amables, concentradas en presentar sus productos, limpiar los mesones, ordenar las canastas y las estanterías. Ni la cámara (CANON) de última generación les llamó la atención.. nadie posó pero tampoco impidió ser fotografiado... al parecer no querían hablar por temor a perder tiempo y no acabar de ordenarlo todo. Extraña experiencia, acostumbradas como estamos a chismear con las personas que entrevistamos, estas que no querían comentar nada nos comenzaron a poner nerviosas.
Como sea, nos enteramos que los vendedores de frutas, legumbres, mariscos y enseres para el hogar tenían una rutina de trabajo que comienza a las cuatro de la mañana, hora en la que a usted aún le quedan 3 más de sueño reparador y de ronroneo abrazado a su media naranja. Es la hora en que empiezan a llegar los proveedores de productos, los cuales son recibidos, contados y ordenados para que el consumidor final -o sea usted- se los lleve cómodamente a su casita.
Los mariscos tienen diferentes horarios de llegada, los vendedores al por menor están desde las cuatro de la mañana en adelante y los mayoristas a partir de las cuatro de la tarde, hora en la que llegan con la pesca del día que a veces es buena y otras como las pelotas... los transportistas que traen las cargas de mariscos de las empacadoras. Así que para el público que desea llevar al por mayor, la venta de mariscos es a partir de las ocho de la noche.
Con las comidas según Mi Tuki, nos cuentan que todo lo que él necesita para preparar sus alimentos lo encuentra en el mismo Mercado, con la frescura que sus comensales exigen, por eso nos dice:
- Si tú quieres comer el mejor marisco y realmente fresco entonces busca la Caraguay que otra igual, no hay... y para que hablar, aquí hay lo mejor de todo, a precio de gallina enferma!!.
Los comerciantes de la Caraguay, pagan una tasa mínima al Municipio por permanecer en el lugar, la limpieza de sus locales corre por cuenta de ellos mismos y la de los exteriores la hacen los carretilleros, que no les paga nadie, pero que ganan lo que las personas les dan por llevar sus cargas.
El lugar cuenta con seguridad privada que la administración del mercado les provee, esto nos consta ya que luego de hacer el recorrido, los de seguridad nos informaron que deberíamos pedir permiso para hacer nuestras tomas, nosotras fuimos y nos atendieron de maravilla, tanto así que nos asignaron a un oficial de seguridad para que pudiéramos hacer las tomas de la zona del puerto.
Sin embargo hay gente que ha trabajado por muchos años en la Caraguay y todavía trabajan en la informalidad ya que no se han agremiado en ningún lado, no tienen seguro como los tienen los privados, viven al día a sabiendas de que hay días buenos y días malos y que lo único que les queda es trabajar y trabajar, pero están conscientes de que la culpa ha sido de ellos. A sus compañeros no les son indiferentes, les ayudan en lo que sea posible pero de hecho les gustaría ver en ellos ganas de cambiar.
Como anécdota les contamos que llevamos a un quiteñito a comer a la Caraguay, quedó encantado con los mariscos y todo bien, pero el día en que decidió ir a comer a un lugar cinco estrellas no hubo quien lo despegue del baño... así que lo de la frescura de los mariscos de la Caraguay es la pura y santa verdad.... nos consta!
Nuestro respeto a gente como esta que trabaja de luna a luna, sudando la camiseta sin hacerle asco a nada y cada día han consagrado su vida a servir a los demás que a veces sin saber lo que les cuesta ganar el centavo les decimos:
- No pues María -se llama Juanita- no te hagas la viva y no me cobres caro o te voy a cambiar por otra que me ofreció mas barato...
- Juanita sonríe -que mas le queda- vaya señorita, vaya no más y compre allá...
No se va y compra como siempre.
A la salida ibamos a esperar el taxi que nos sacaría de allí, porque afuera los ladrones hacen nata, vimos a unos chequeándonos, pero cuando vieron al guardia que nos cuidaba se fueron una cuadra más allá... luego llegó el taxi manejado por Super Eduardo y regresamos al hogar que nos queda a 4 cuadras de la Caraguay.
O sea que somos vecinos sabes? que onda, no? Chévere la Caraguay, cachabas?, es SUPER-HIPER-TOP!!, en serio loco!!. CUÉNTALE A TUS PAPIS CACHORRO, PLATICALES LA DURA!!!
Por: Solo Marga
1 comentario:
Si es muy bueno todo ...pero lamentable por los rateros que hay bastante ...y roban a personas q van por productos para sus pequeños negocios y regresan con las manos vacias por los rateros ...y toca pensar 2 veces para ir porque de seguro salen atracados por estas ratas....
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