martes, 2 de julio de 2013

ESCLAVAS DEL SIGLO XXI


“Me humillaba constantemente, tanto que comencé a tener una
auto-estima tan baja, que me obligaba a aislarme de mis
amistades y de mi familia. No podía tener amigas... a él no le
gustaba... constantemente me repetía una y mil veces que yo
no servía para nada!!”

Recuerdo con inquietud lo que mi madre en alguna ocasión me dijo "Pobre de nosotras las mujeres, nuestro sufrimiento empieza desde que nacemos".
Dramática por decir lo menos...  pero si nos ponemos a analizar le doy la razón; en primera instancia nacemos marcadas con una dolorosa perforación en la oreja, como a las vacas, mas adelante llegan los fastidiosos moños y vinchas que destrozan nuestra natural cabellera, las insufribles chaquetillas que aparte de incomodarnos nos hacen sentir vulnerables a cualquier mirada, la mal venida menstruación, periodo o regla como comúnmente llamamos a la sangrienta señal de que nos estamos preparando para que los óvulos tengan sentido...y así una numerosa lista de "trancas" que se encargan de complicar socialmente la existencia del género femenino hasta el bendito día de la menopausia. Un ciclo que conforme avanza poco a poco se complica más dependiendo de cuanta educación te hayan inculcado.. las relaciones con el otro sexo, los compromisos con el elegido que en un 80% se olvida de aquello "contigo mi amor; pan y cebolla" más otras menudencias como los celos, la desconfianza, las imposiciones del "jefe" del hogar, la o las cantidades de hijos que de no pertenecer a una familia pelucona se criarán con una apretada colección de males a saber: Retraídos o conchudos, estúpidos o sinvergüenzas, tranquilos o acelerados, inteligentes o mensos, queridos o despreciados, a favor del padre o a favor nuestro pero sea como sea eso es lo que tenemos por ahora mas la promesa de que grupos de mujeres inteligentes (deben ser "pequeños grupos"), trabajamos por cambiar las reglas del juego.
Así que hora mismo les relato uno de los cientos de casos que me llegan a la redacción y que mas parecen argumentos de teleseries, pero son muy reales como el que usted va a conocer después de los comerciales...
MIENTRAS HAYA VIDA HAY ESPERANZAS
Tenía 18 años cuando entré a trabajar en una entidad bancaria como recepcionista, allí conocí a un cordial y jovial  muchacho que tenía la edad de Cristo con el que sin darme cuenta me involucré demasiado, de malas porque era casado y me llevaba 15 años de diferencia, yo medio estúpida aún, porque no tenía idea de la vida en pareja, recién había terminado el cole y era la luz de los ojos de mis padres.
Después de dos años y medio quedé embarazada y me fui de casa para estar con él. Los 9 meses de embarazo fueron terribles, él se quejaba de todo, me lastimaba haciendome sentir culpable de la separación con su esposa y sus hijos, incluso llegó a golpearme una vez con un bate... en otra ocasión estando acostada en la cama, le comenté que quería pintarme el cabello, se sacó las botas y con una de ellas me pegó en las piernas dejandomelas totalmente amoratadas... En otras ocasiones me pegaba en la boca y como usaba braquets me hacían llagas en la boca, yo, a pesar de la gravedad de lo que sucedía no tenía ni edad ni la educación suficiente para distinguir si era aquello normal o un delito y si en momentos de tranquilidad yo daba una opinión o un punto de vista diferente me cuestionaba preguntándome de donde sacaba yo esas ideas.
Me humillaba constantemente, tanto que comencé a tener una auto-estima tan baja, que me obligaba a aislarme de mis amistades y de mi familia. No podía tener amigas, a él no le gustaba... constantemente me repetía que no servía para nada, que si no teníamos relaciones era por mi culpa, por los problemas que teníamos... Me hacía sentir culpable de que nuestra relación como pareja no funcionara.
 Una de cada tres mujeres del planeta será violada o golpeada durante su vida. El Parlamento Europeo ha dicho basta. Varios grupos de defensa de los derechos de la mujer han declarado que además de San Valentín, el 14 de febrero será el día de 'One Billion Rising' o Movilizar a Mil Millones. El objetivo es que mil millones de hombres y mujeres en todo el mundo bailen para expresar su rechazo a la violencia de género. Además de bailar, los eurodiputados aprobaron una resolución.
Yo solo pensaba y creía lo que él decía y estaba segura, que eso era lo correcto...
Cuando nació nuestro hijo me pidió que nos separaramos porque era lo mejor, yo automáticamente accedí puesto que no me sentía amada, luego de la separación me volvió a buscar insistentemente, pero yo ya no quería volver con él, hasta que a los tres años de separación me contó que ya era libre y que se había divorciado porque me amaba e incluso llego a fingir cambiándose de religión por mi, yo no me sentía enamorada aún y pensé que como era el padre de mi hijo y que si ahora también profesaba mis mismas creencias, quizás no debía dejar pasar esta oportunidad para formar un hogar con nuestro pequeño hijo.
Así fue como nos casamos por la iglesia evangélica e incluso como muestra de su amor se bautizó para que yo creyera en su cambio, me pidió que renuncie a mi trabajo para tener un negocio propio, así trabajaríamos juntos pero sucedió que si estábamos peleados simplemente no me llevaba a trabajar, me dejaba en casa. En algunas ocasiones hasta se llevaba las llaves de la casa, para que no saliera... en fin todo se dio de una forma que yo veía normal pero al cabo de tres meses de casados me confesó que el cambió su religión solo para que yo aceptara casarme con él, puesto que esta vez yo quería hacer las cosas de una manera correcta y no unirme a alguien que no comparta la misma ideología. Esa confesión para mi fue muy dura, se me vino el mundo abajo, me había engañado otra vez. para ese entonces ya estaba nuevamente embarazada y teníamos problemas por su cargo de conciencia de haber dejado a su familia por mí, se desvivía por darles de todo, los cumpleaños de sus otros hijos y las navidades siempre eran sufrimiento... me insultaba, sobretodo si hacia alguna amistad por último me acusó de lesbiana, que me gustaban las mujeres, vivía botándome de la casa que alquilábamos... me botaba una y otra vez...
Él me era infiel, y no con una sino con muchas, sin embargo volví a quedar embarazada de un tercer bebe pero este lo perdí, allí en el hospital me detectaron una enfermedad venérea, que aprovecho para decir que fuí yo quien había traído la enfermedad a casa y hasta me botó de la habitación y de la cama a patadas...
Y yo solo lloraba y sufría mucho no podía caber en mi mente tanta humillación, tanto dolor... que yo estaba consiente que clase de mujer era y que jamás haría algo semejante a veces estuve por irme dejarlo botado, pero luego me arrepentía no podía, pensaba que no podría salir adelante, hasta que logré sacarlo de la casa por violencia familiar, pero después lo deje volver, porque lloraba y decía que estaba arrepentido y por mis hijos siempre pensé que era lo mejor, hasta que ya no había nada, ya no tenía amor, deseaba con todo mi corazón que se fuera, y así fue como un día tras volverme agredir tomé la decisión esta vez definitiva que no volvería jamás en mi vida a hacerme daño y así fue como nuevamente lo denuncié en la Comisaría de la Mujer e hice todos los trámites, fui hacerme las evaluaciones médicas para certificar su agresión.
Hoy llevo 4 años de separación y no me arrepiento a pesar de haber quedado con muchas deudas, ya que en los negocios, los préstamos bancarios, las tarjetas de crédito y todo estaba a mi nombre el auto que teníamos que estaba a mi nombre, se lo quedo él y lo vendió, se compró uno nuevo de paquete pero claro a nombre de terceras personas, pero aquí estoy yo, adelante en la lucha... Dios ha estado conmigo, con mis hijos y me ha abierto puertas que nunca imagine, e luchado mucho, nada a sido fácil, vi la forma de trabajar de vender comida a personas que conozco y así de un momento a otro me llamaron para trabajar en una financiera, me habían recomendado de mi primer  trabajo desde hace más de 12 años, sin referencias ni curriculum actualizado, ahora me encuentro trabajando saliendo adelante por mis hijos de 15 y 11 años porque ellos lo valen y merecen una mejor vida.
Ahora él utiliza su psicología malévola con mis hijos, poniéndolos en mi contra y haciéndome parecer la mala de la historia porque "yo los separé de su papá" y porque el dice ser la víctima, según él; aún me ama y quiere volver al hogar y yo no lo permito esa ha sido su arma desde la separación, mis hijos le creen porque su papá les llora y les dice que me ama y que los problemas se podrían resolver, solo que yo, ya no quiero...
Mas que nada la ignorancia de la realidad actual que protege a la mujer, el machismo tradicional avalado por muchas mujeres y el absoluto desconocimiento de la sexualidad a partir de los 10 o 12 años en la mujer son las falencias que desembocan en tragedias como estas. Las religiones que en la mayoría de los casos son represivas con las mujeres se acreditan la responsabilidad de clasificar lo bueno y lo malo como si fueran un ejemplo de honestidad y una fuente del conocimiento humano. Ni lo uno ni lo otro, en realidad, como dijo Carlos Marx, el alemán, no el de los impuestos, "La religión, es el opio de los pueblos".
Que conste, no lo digo yo.
Por: MBA Martha Chuya M.












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