El jefe de Estado de la mitad del mundo entró al recinto envuelto en una nube de admiradoras, quienes con insistencia le pedían fotos y saludos, Correa, paciente, asumió su rol y se dejó llevar por las calcetineras circunstanciales.
En su discurso el ecuatoriano desplegó histrionismo y puesta en escena gracias a dos pequeñas pantallas transparentes apoyadas en atriles, de las cuales leía el texto como si lo tuviera memorizado y sin necesidad de apoyarse en las páginas escritas que mantenía en el pupitre.
Recitó a Huidobro y Neruda y desplegó todos sus conocimientos sobre la flora y fauna de su país. "Somos un país megadiverso. Ecuador tiene el primer lugar mundial en cantidad de vertebrados; el tercer lugar del mundo en anfibios; el cuarto lugar del mundo de aves; el quinto lugar en variedad de mariposas; el sexto lugar en biodiversida terrestre; el séptimo lugar en plantas superiores, el 18% de las orquídeas del mundo y tenemos el octavo lugar del mundo en reptiles. Se dan cuenta lo fascinante de este país". Encima recordó a Galápagos, "nuestras islas encantadas donde Charles Darwin halló inspiración y sustento empírico para desarrollar su teoría de la evolución de las especies".
Después de este diluvio de datos vino la intervención de Piñera. "Chile también es un país extraordinario. Tenemos los desiertos más áridos del mundo en el norte y más del 25% de los volcanes del mundo, las islas de Pascua y Juan Fernández", trató de empatar. Al final todo se selló con un saludo y una cena en La Moneda.
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Las Ultimas Noticias (LUN)
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