lunes, 29 de julio de 2013

LA CHOCOLATERA, SINGULAR Y SALVAJEMENTE BELLA!

 La “Chocolatera” es un acantilado ubicado en la punta más saliente de la costa ecuatoriana y según dicen los entendidos, es el segundo punto más saliente de Sudamérica. No se conoce exactamente quién o quiénes le pusieron el nombre. En Santa Elena cuentan que fueron los mismos lugareños de la península, que sorprendidos por la tonalidad café de las aguas que chocaban en la punta del acantilado, lo empezaron a llamar “La Chocolatera”. Mientras que los guardaparques de la zona dicen que es por la efervescencia que se produce por el choque de sus olas. De cualquier forma, con ese nombre se ha quedado y  con el paso de los años se volvió uno de los lugares más concurridos de la península.

Está ubicada dentro de la base naval de Salinas, en la península de Santa Elena. Desde la parte superior del acantilado, el espectáculo es hermoso y a la vez peligroso, la fuerza y el bramido de las olas es una advertencia para los turistas. Algunos letreros lo confirman:
Prohibido acercarse al filo del acantilado. Y es que las formaciones rocosas hacen que sus playas no sean propicias para los bañistas.
En el año 2008,  mediante acuerdo interministerial 173,4 has. de área terrestre y un área marítima de 47.274,3 has. que hacen una extensión total de 47.447,7 has., fueron declaradas como Reserva de Producción Faunística Marina Costera Puntilla de Santa Elena, esta zona incluye “La Chocolatera”, protegiendo de esta forma el hábitat de mamíferos como las ballenas y delfines, o los cientos de nidos de tortugas marinas que se encuentran regados a lo largo de las playas de esta reserva.
También se puede observar desde “La Chocolatera” un sinnúmero de aves marinas, como los gaviotines, albatros, garzas, pelícanos, piqueros patas azules, fragatas y hasta lobos marinos, algunos son fácilmente visibles desde los cinco miradores que se han construido en este destino turístico.
Está comprobado que incluso la “voladora de los mares” que es como se conoce a la mantarraya llega a este acantilado, así lo prueban los reportes de los técnicos de las Islas Galápagos, que son los encargados de monitorear satelitalmente el movimiento de esta especie protegida. Y nos cuentan que también de vez en cuando llegan los tiburones ballenas.

En la punta de “La Chocolatera” bajo sus aguas, la belleza de los bosques de corales que se han convertido en la cuna de muchas especies es un espectáculo privilegiado sólo para buzos con licencia daymaster, que en buen cristiano quiere decir que sólo si tienes entre 100 y 200 inmersiones puedes bucear en “La Chocolatera” y es que las corrientes marinas en esta zona son cosa seria y prohibidas para aficionados.
En la superficie del acantilado, se han construido cinco miradores, con base de pino y el resto en madera de teca, elegidas especialmente por su resistencia a la brisa marina. El primer mirador que encontramos en el sendero se llama “El Soplador”, llamado así porque cuando el oleaje golpea la roca, la presión genera un impresionante “soplo” de agua. Luego sigue “La Chocolatera”, de ahí “El Gaviotín”, también está “El Faro” cuya luz advierte a los navegantes de la proximidad de la costa y el último “La Puntilla”.
Nuestra “Chocolatera” ecuatoriana se convierte a pasos agigantados en un referente turístico de nuestro país, ya el año pasado recibió alrededor de 53.000 visitantes y a mediados de este año lleva más de 35.000.
El ingreso es por el Fuerte Militar Salinas, una vez en la garita registran tu ingreso y te dan las siguientes recomendaciones: no puedes pescar, no puedes fumar, no puedes llevar mascotas, no puedes botar basura, no te salgas del sendero de recorrido y hazle caso a todo lo que te diga el guardaparque y lo más importante... no puedes bajar al acantilado. No tienes que pagar nada para ingresar, puedes hacerlo en vehículo o si tienes buen físico puedes llegar caminando que desde la garita hasta el acantilado es un recorrido de más o menos una hora.

Hay algunos turistas que se emocionan y bajan de los miradores, pero los guardaparques están preparados y cuentan con la ayuda de la guardia marina para precautelar la seguridad de los turistas. El horario de ingreso es de ocho de la mañana hasta las cinco de la tarde, los 365 días del año. Claro que algunas veces en las tardes, el horario se extiende un poco más allá de las seis para poder apreciar la espectacular caída de sol que desde “La Chocolatera”es única.
Nuestra recomendación, visita “La Chocolatera”, vívela, disfrútala y cuídala. Es nuestra!.
Por: Yazmín Bustán

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