Cristina Fernández decretó tres días de duelo nacional en homenaje al músico
BUENOS AIRES, ARGENTINA (12/JUL/2011).- El fallecido cantautor argentino Facundo Cabral fue despedido hoy aquí en un discreto velorio luego de que su cuerpo fuera traído desde Guatemala en un avión de México, como símbolo del amor que le tuvo toda Latinoamérica.
Sin tumultos, miles de fanáticos desfilaron durante todo el día en el Teatro Ateneo, ubicado en el centro de Buenos Aires, aún incrédulos por la tragedia que puso fin a la vida del artista que tenía 74 años y había sobrevivido a dos tumores.
'Por cómo pasaron las cosas, parece como si le hubiera tocado morir, por más lugar común que suene', dijo Alfredo Villalba, un médico de 70 años que creció con la música del autor de 'No soy de aquí, ni soy de allá', uno de los clásicos de la trova latinoamericana.
El féretro de Cabral, quien fue asesinado el sábado pasado en Guatemala por un grupo de sicarios, arribó esta mañana al aeroparque metropolitano de Buenos Aires, en donde fue recibido por su viuda Silvia Pousa, con quien se había casado hacía sólo siete meses.
Enseguida fue llevado al Ateneo, un pequeño teatro en donde este año realizó sus últimas presentaciones para el público argentino con un espectáculo de música y poesía que pensaba retomar cuando terminara su gira centroamericana.
Por la tarde, mientras continuaba el incesante pero tranquilo deambular de seguidores del artista, llegó el canciller Héctor Timerman en representación de la presidenta Cristina Fernández, quien decretó tres días de duelo nacional en homenaje al músico.
'Vine a darle el último adiós, me pareció que era mejor venir acá y estar cerca', dijo el ministro de Relaciones Exteriores después de que, al recibir oficialmente el cuerpo por la mañana, se negara a hacer declaraciones a la prensa.
Timerman indicó que el asesinato de Cabral demostró 'que era una persona muy querida en muchos países' y conmocionó por el nivel de violencia sufrida por una persona que siempre defendió la paz.
'De hecho, el presidente de México (Felipe Calderón) ofreció el avión para trasladar sus restos y nos pareció muy bien, un símbolo de la hermandad latinoamericana que tanto defendió Facundo, era lo que él hubiera querido', afirmó el funcionario.
Rubén Blades dedica concierto en Madrid a Cabral
Ante un público impaciente, que no le había visto en esta capital desde hace tres años, el panameño Rubén Blades dedicó un largo concierto, de dos horas y media, al recién fallecido trovador argentino Facundo Cabral.
'Facundo, matan a la gente, pero no matan a la vida', expresó el cantautor recordando a su amigo y dedicándole 'El padre Antonio y el monaguillo Andrés', 'una canción que le gustaba mucho a Facundo'.
En muchos momentos de su concierto, Blades recordó al argentino, quien murió el pasado sábado asesinado a tiros durante una emboscada perpetrada por varios desconocidos cuando se dirigía al aeropuerto internacional La Aurora, en el sur de Guatemala.
'La Rosa de los vientos' abrió la noche, si se puede decir noche en una ciudad en la que hay claridad en estos tiempos hasta después de las 22:30 horas, con el panameño vestido todo de negro, con sombrero, y con una leyenda roja, en la parte trasera de la camisa, encomiando la vida.
Casi al empezar, extrañó el calor, pues en Madrid el viento fuerte y fresco hizo que muchos de los asistentes tuvieran que cubrirse.
'¿Qué pasó con el clima?, Oiga, no nos hagan esta vaina, nosotros somos panameños, no estamos acostumbrados a tanto frío', expresó Blades.
También compartió con los asistentes un regalo que le hicieron llegar a la habitación del hotel, ya que el próximo sábado cumplirá 63 años.
Era una copa dorada, que pudo hacer referencia a que hace un año que la selección española de futbol ganó el Mundial de Sudáfrica, aunque Blades, en referencia a la Copa del Rey, elogió el genuino trofeo 'en el que se nota la soldadura de la reparación después de que Sergio Ramos la soltara'.
El panameño cantó, sin parar, y recordó la dictadura de su país, cuando Manuel Antonio Noriega prohibió la canción 'Decisiones'. Antes de entonarla, junto con el público, manifestó que 'ahora vivimos en otro mundo, donde incluso hay un negro presidiendo'.
Desgranó 'Cuentas del alma', 'Plaza Herrera', 'Buscando guayaba' y con Jerry González en el escenario compartió 'Plantación adentro', ante un público que no se cansó y entre el que estaba Diego 'El Cigala'.
A su público madrileño dedicó una, 'El cazanguero', nunca antes tocada en vivo, pero además bromeó sobre la orquesta que le acompañaba, la de Roberto Delgado, y dijo que 'para tranquilidad de todos, estos muchachos tienen visa, no van a competir con la fuerza laboral de aquí'.
Fue entonces, con la canción 'Todos vuelven', peruana, que volvió a rememorar a Facundo Cabral.
Fueron muchas canciones, faltaron, de las que siempre se esperan, 'Ligia Elena', 'La chica plástico', pero la muy esperada 'Pedro Navaja' dejó satisfechos a los asistentes, quienes bailaron, aplaudieron, gritaron y vitorearon al salsero panameño.
Fuente - Informador - NTX / LEER
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